CD. JUÁREZ.- La política antiempresarial del gobierno de la “Cuarta Transformación pone en peligro no sólo a las empresas y sus inversiones, también a los ciudadanos que pueden perder su empleo o no encontrar uno, tanto de quienes ya forman parte de la plantilla laboral como para quienes están a punto de hacerlo.

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Miguel Ángel Díaz Marín, experto en materia económica y socio del despacho Kreston, dijo que la actual administración federal prácticamente todos los días se encarga de atacar tanto a los empresarios nacionales como extranjeros, al acusarlos de corrupción y de los problemas económicos que enfrenta el país.

La mejor prueba de esto es que se mantiene la caída en el Producto Interno Bruto (PIB) que ubica a nuestro país en una recesión creciente, señaló.

Agregó que el cambio de políticas en materia económica, como son los casos de limitaciones a las inversiones en energías renovables, la lentitud en las autorizaciones de IMMEX, el cambio constante de políticas en materia económica, el ataque a las empresas productoras de alimentos con el nuevo etiquetado, el discurso político antiempresarial, ponen en alerta al empresariado.

Los inversionistas, nacionales y extranjeros, no confían en un gobierno populista que cambia constantemente las políticas económicas, que no respeta las autorizaciones otorgadas por administraciones anteriores, aún y cuando se hayan otorgado de manera legal, dijo.

Apuntó que el gobierno federal ha iniciado una cacería en materia fiscal contra grandes empresas trasnacionales, sin respetar el secreto fiscal y presumiendo que las presiona para pagar cantidades millonarias.

Díaz Marín destacó que la situación actual del coronavirus en México y la desaceleración económica del país tampoco dan alicientes para la inversión extranjera.

También destacó el hecho de que haya menos gente que pueda comprar productos y servicios, al aumentar el número de pobres en el país, estimado en 10 millones más, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aunque las proyecciones de BBVA Bancomer estiman que llegará a 12, repercutirá en la capacidad de consumo, en detrimento tanto de negocios nacionales como extranjeros.

En general, con todas las decisiones que ha tomado la 4T, en materia económica, ha demostrado ineficiencia y falta de confianza, por lo que no se anticipa en un futuro cercano un aumento importante en la inversión extranjera, destacó.

Comentó también que en el mejor de los casos se conservará la actual, pero serán limitados los nuevos proyectos, a menos que haya un cambio de política del Ejecutivo federal para convertirse en un facilitador.

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