En plena falda de un cerro sin servicios y teniendo que rodear varias lomas, para salir a las calles caminando más de un kilómetro, Fernanda y sus tres pequeños hijos, quienes se dirigían a vender unos fierros y obtener unos pesos para comer, cuentan que mitigan el frío solo con algunas cobijas, sus dos hijos varones desean para navidad un tráiler de juguete y la niña una muñeca.
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Entre los recónditos peñascos de un cerro de la colonia Ampliación Universitaria, habita una familia, que poco a poco armo un jacal con algunos bloques, en su mayoría laminas, madera y cartón, a donde cada que sale debe de recorrer un kilómetro de cerro pues no hay otro lugar por donde llegar.
En esa choza humilde, habitan Fernanda y Javier, originarios de Uruachi, pareja que tiene tres hijos, de entre ellos una niña Nayely de 7 años, Adrián de 4 y Fernando de 6, Fernanda al ir en camino con sus tres pequeños para sortear el cerro de lado a lado y llegar a una chatarrera para vender unos fierros que cargaba, para venderlo y tratar de obtener algo de comida, nos contó, como es vivir en este recóndito lugar.
Explico que su esposo es albañil, pero casi no hay trabajo, ella de pronto le ayuda limpiando casas para obtener algo, ese cuartito lo hicieron poco a poco con algunos bloques que su esposo logro comprar, pero no fueron suficientes por lo que, así como dios le dio a entender construyó una parte con ellos, y el resto con pedazos de madera, cartón y laminas.
“Antes rentábamos, pero ya no pudimos pagar, fue como llegamos a este espacio, donde nadie nos dijo nada y decidimos hacer algo que fuera de nosotros”, externo la mujer originaria de la sierra, quien nos contó, que a los niños antes los tenía en escuela, pero como ya no hay pues ahorita ella misma, les está enseñando a leer y escribir.
La humilde vivienda, no cuenta con servicios públicos, por lo que el mas cercano vecino les ayuda con el agua y la luz y le dan un poco de dinero por semana, por el favor, detallo que actualmente solo se cubren el frio con unas pocas cobijas que tienen, pues no tienen calentón, “a veces metemos un bote con lumbre, pero nos da miedo que nos vallamos a quemar”, dijo Fernanda.
La madre de familia, dijo que momentos antes había juntado unos fierros para ir a venderlos y obtener un poco de dinero para ver que les daba de comer a los hijos, mientras nos decía que sus comidas regulares son sopa, y frijoles cocidos con agua y sal.
“Me han apuntado para despensas, pero batalla uno mucho para que se las den y luego no tengo dinero para el camión para recogerlas”, menciono que por eso procuran salir a ver que se encuentran para vender, ya sea fierro, cartón, o alambre, al que le puedan sacar el cobre y lograr unos pesos.
Finalmente, Fernanda dijo que anhela tener los materiales para hacer una casita más apropiada para su familia, sobre todo sus hijos que aún están pequeños, mientras nos decía que le hacen falta algunos muebles, pero ahora que viene el frio un calentón, cobijas, y tener alimentos, al finalizar la platica con ella, los niños dijeron que para esta navidad querían de regalo, un tráiler de juguete los dos varones, Adrián y Fernando y la niña Nayely una muñeca.
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