Alrededor de 500 toneladas de frutas y verduras continúan almacenadas dentro de la Central de Abastos en riesgo de caducar ante la falta de venta que sufren los proveedores locales con las medidas tomadas por la contingencia sanitaria.
Pese al desabasto que se preveía en los alimentos básicos después de las compras de pánico, los proveedores locales han permanecido con bajas ventas durante los últimos días, lo que ocasiona que toneladas incontables de frutas y verduras corran el riesgo de echarse a perder al quedar almacenadas en las bodegas.
Con la disminución de la compra de alimentos en los mercados locales, tiendas de abarrotes, supermercados y restaurantes, la Central de Abastos también ha registrado una baja de hasta un 80% en los pedidos para surtir dichos establecimientos y en la cantidad de personas que acuden a comprar directamente al mayoreo.
Dos semanas atrás la Central seguía siendo un punto de aglomeración de personas gracias al movimiento constante de compradores y transportistas, quienes intentaban acatar las recomendaciones de prevención por parte de las autoridades sanitarias para evitar una rápida propagación del Covid-19 en la entidad, utilizando guantes de látex y cubrebocas.
Lo anterior, pese a que el aumento de precios comenzó en alimentos como el aguacate, la papa blanca y el tomate, así como en las especies y legumbres provenientes de otros países como China, India, África, entre otros, lo que comenzó a dificultar la comercialización.
De acuerdo con un recorrido realizado por El Heraldo de Chihuahua la mañana de ayer, los establecimientos dentro de las instalaciones lucen abarrotados con la mercancía que no ha salido desde mediados de la semana pasada.
Frutas como sandía, manzana, plátano, jícama, entre otras, son alimentos que más han tardado en venderse, a tal grado de que los vendedores no se han visto en la necesidad de solicitar un reabastecimiento a estados como Chiapas, Michoacán y Nayarit.
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