La sequía por la que atraviesa el estado de Chihuahua, ha puesto en riesgo a las cuatro etnias que habitan en la sierra, que son la Rarámuri, Guarajío, Tepehuanes y Pimas, esto debido a la inequidad en cuanto al desarrollo social y económico, que pese a los esfuerzos de los tres órdenes de gobierno, la complejidad de sus culturas y la lejanía donde se encuentran las comunidades, complica el desarrollo de los mismos.
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Así lo dio a conocer Leonardo Padilla, Director de la Radiodifusora Cultural Indígena del INPI, quien hizo énfasis en que el tema de la contingencia sanitaria por el Covid-19, no ha sido un problema fuerte en las comunidades mencionadas, sino que en esa población ha golpeado mucho la nula caída de lluvias, obligando a que actualmente los indígenas se encuentren subsistiendo con las cosechas y recursos alimenticios que lograron guardar de tiempo atrás.
Leonardo Padilla, lamentó la grave situación por la que pasan estas etnias, ya que en toda la temporada de siembra no hubo precipitaciones, lo que provocó que se perdiera más del 90 por ciento de la siembra, sobretodo la semilla preponderante que es el maíz, a la cual le siguen el frijol, la calabaza y otras siembras de autoconsumo.
Manifestó que espera que los actores políticos tomen conciencia de la situación y que las coyunturas surgidas en este proceso electoral que inicia, no lleven afectaciones peores a los pueblos lejanos de la zona urbana, sino por el contrario, que se generen efectos positivos que abonen al desarrollo y a la mejora de este tipo de comunidades.
Añadió que son los indígenas y sectores campesinos quienes trabajan la tierra y quienes sufren visiblemente los daños colaterales que surgen de problemáticas como la del agua; en este sentido comentó que los pueblos indígenas, no deberían estar en situación de vulnerabilidad, sin embargo la dinámica social y económica los ha puesto en esa situación que es muy desfavorable para su desarrollo.