“Debemos estar alegres porque en Jesús tenemos la luz, la esperanza, el camino y la vida. Él está entre y con nosotros”, señaló monseñor Constancio Miranda Weckman arzobispo de Chihuahua, al presidir la santa misa del tercer domingo de adviento, denominado Domingo de la Alegría, conde exhortó a la grey católica a ser felices a pesar de las tribulaciones.
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En la Catedral Metropolitana de Chihuahua se encendió la tercera vela de la corona de adviento, que se representa en color rosa, a la vez que el jerarca de la Iglesia Católico invitó a la feligresía a proclamar la alegría y prepararse para el misterio de su nacimiento.
El arzobispo mencionó que cursamos por el corazón del adviento y el mensaje de este domingo es de alegría, porque el Señor quiere cambiar los corazones de los creyentes y animarlos a trabajar para transformar la sociedad.
Monseñor Miranda señaló que muchos pensarán ¿Cómo estar alegres, si los problemas los rodean? además cuando experimentan la crisis económica e inseguridad, con la muerte de un ser querido y ven la violencia a la vuelta de la esquina, cuando muchas personas pasan hambre y la lista de lamentaciones continua.
“En medio de todos esos problemas podemos experimentar la alegría porque Jesús brinda la esperanza de que el mundo puede cambiar y cada uno puede aportar una solución a lo que pasa a su alrededor”.
Señaló que la tristeza y la alegría se contagian, por lo que llamó a que armados en la esperanza, la fe y la alegría aporten a la sociedad lo mejor de cada uno, porque es Jesús quien les da la fuerza.
Invitó a la feligresía a acudir a la Virgen María de Guadalupe, causa de la alegría para que les ayude a que Cristo nazca en sus corazones y en los hogares.
En la oración comunitaria se pidió por la comunidad, por los que gobiernan a los pueblos para que sepan guiarlos, por los que sufren a causa de la violencia y la persecución, para que cada persona prepare su corazón para la llegada de El Salvador.
