Las enfermedades cardiovasculares es la primera causa de muerte en Chihuahua, la mayoría de ellas son complicaciones de un infarto agudo al miocardio no bien atendido. Entre los principales factores de riesgo para sufrir un infarto es la diabetes, sobrepeso y obesidad, colesterol alto, consumo de sustancias ilegales y tabaco, explicó el doctor Juan Manuel Rodríguez Castillo, cardiólogo intervencionista del Servicio de Hemodinamia del Hospital General.
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En la sala de hemodinamia se han realizado 397 procedimientos de cateterismo cardiaco, con una tasa de 26.7 intervenciones mensuales, es decir por lo menos es un procedimiento diario. Ante la alta incidencia Chihuahua cuenta con el Código Infarto.
El cardiólogo resaltó que durante la temporada invernal los problemas cardiovasculares se agudizan, la incidencia llega a triplicarse debido a los hábitos higiénicos dietéticos por la accesibilidad de alimentación insalubre, el alto consumo de grasas, alimentos y tabaco, sin dejar de mencionar el alcohol.
Recordó que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte a nivel mundial y Chihuahua no es la excepción, siendo el infarto al miocardio la más recurrente, la cual se presenta en pacientes jóvenes debido a que actualmente hay mayor accesibilidad a sustancias ilícitas.
El Código Infarto brinda atención oportuna a fin de salvar la vida del paciente, desde la atención prehospitalaria. Un promedio de 53 llamadas de pacientes sugestivos de infarto agudo del miocardio se recibieron en lo que va del mes de diciembre en el Centro Regulador de Urgencias Médicas, informó el doctor Lin Chong, coordinador del CRUM.
El infarto es un problema que se presenta después de los 20 años, pero en mayor frecuencia se presenta en hombres y mujeres de más de 55 años, quienes al tener una pobre actividad física, mala alimentación, hipertensión, diabetes y tabaquismo son más propensos a desarrollar problemas cardiovasculares. El foco rojo está encendido debido a que el 35% de la población padece sobrepeso y obesidad lo que favorece la posibilidad de infarto al miocardio.
La forma típica de presentación de un infarto es dolor en el pecho, sensación de opresión, de falta de aire que en ocasiones se acompaña de sudoración intensa, por lo que es necesario acudir al hospital para el diagnóstico profundo a través de un electrocardiograma.
A nivel estatal se trabaja en la capacitación de los médicos a fin de una atención oportuna, cuando se presente un episodio a través de una red de salud es revisado el caso por cardiólogos intervencionistas y clínicos, quienes en caso de confirmar el diagnóstico brindan las pautas necesarias para la primera etapa del tratamiento en el lugar del incidente, luego la segunda fase es tratamiento intervencionista en la sala de hemodinamia, por lo que el paciente es trasladado a la capital para la realización del cateterismo cardiaco a fin de abordar y terminar el infarto; y la tercera fase es tratamiento de mantenimiento que incluye medicamentos, revisión de cardiólogo, médico internista, atención emocional y nutricional, explicó el doctor Carlos Benítez Pineda, director del Hospital General Salvador Zubirán Anchondo.
Los médicos resaltaron que las enfermedades del corazón son prevenible, contando con mejores hábitos, es decir, dejando de fumar, no usar los cigarrillos electrónicos que favorecen la liberación de nicotina, realizar ejercicio, evitar el sobrepeso y acudir con el médico general para la detención oportuna de triglicéridos, colesterol y diabetes.
El reto es que las personas cambien su estilo de vida, ya que los sobrevivientes a un infarto podrían recaer con complicaciones más severas. Resaltaron que los pacientes y su familia tienen responsabilidad en el tratamiento y hacer conciencia de que deben contar con estilos de vida y alimentación saludable.
El doctor Juan Manuel Rodríguez Castillo destacó que hay pacientes que quedan con secuelas cardiacas o patologías de dolor en el pecho lo que disminuye la calidad de vida del paciente.