Ya no ven la puerta para cumplir con sus obligaciones de pagos en bancos y deudas que tenían, así como mantener a sus familias, tanto para comer como para la escuela, señalan comerciantes de la zona de El Pasito, quienes ante la necesidad de generar ingresos para sus familias abrieron sus puestos con la intención de vender algo y lograr llevar un poco de sustento a sus casas.
Señalan que tuvieron cerrado el tiempo que solicitaron las autoridades, pero al no recibir apoyos concretos y ver que los recibos de agua, luz, pagos del banco, entre otras deudas que tenían adquiridas no esperan, debieron abrir sus negocios para tratar de solventar sus gastos pendientes y no endeudarse más, señalaron algunos comerciantes entrevistados en la zona del conocido Pasito.
El pacto fue hecho el 20 de marzo del presente año, donde autoridades sanitarias hicieron la recomendación de cerrar negocios y evitar aglomeraciones de personas, los más de 400 locatarios de El Pasito habían accedido poco a poco a la petición y cerraron sus negocios con la intención de apoyar a la prevención del contagio, pero pasados ya más de 40 días y no ver apoyo del Gobierno, incluso algunos intentaron aplicando para la ayuda, pero no llenaban los requisitos, y lejos de ver que pare la contingencia sólo ven cómo sus deudas aumentan, ya que los servicios no perdonan, ni los pagos de los bancos, ni Hacienda, por lo cual se vieron obligados a abrir sus locales con la esperanza de generar ingresos.
Así lo viven actualmente los más de 400 locatarios de El Pasito, otros de la calle Cuarta y un puñado más de la calle Libertad, pertenecientes al primer cuadro de la ciudad del Centro Histórico.
El comerciante Antonio Grajeda, quien lleva ya más de 35 años en las ventas y 15 años con su local en El Pasito, señaló que poco a poco todos se metieron en la recomendación de cerrar mientras pasaba la pandemia con la promesa de que para estos días ya todo regresaría a la normalidad. Poco a poco fueron pasando los días y ante la promesa de las autoridades de recibir apoyos, de ser solidarios en el pago de impuestos y de pago de intereses en deudas bancarias, al día de hoy todo ha sido una mentira y ni siquiera ofrecen opciones.
Algunos de nosotros tratamos de entrar en el apoyo de la alcaldesa, pero por algunos requisitos que no nos convienen como comerciantes no podemos endeudarnos así como así.
El señor Grajeda manifestó ser esposo, padre y hasta abuelo, pues toda su familia depende del negocio, así como muchos de los más de 400 comerciantes del lugar, hoy día tuvimos que abrir y tratar de vender algo, pero es muy poca la gente y a veces gastamos más en abrir que en vender.
Abrimos por la desesperación de ya no ver la puerta, pues para muchos de nosotros éste es el único sustento diario y de donde obtenemos los ingresos para pagar deudas, servicios y hasta las escuelas de nuestros hijos, señaló el comerciante mientras acomodaba su mercancía que tenía a la venta en uno de los pasillos del área.
Queremos que las autoridades piensen más en nosotros, pues no somos desobedientes sólo tratamos de retomar nuestras vidas, las cuales dejamos a un lado por cumplir, pero jamás pensamos que esto se fuera a alargar tanto tiempo, señalaron en conjunto varios de los dueños de puestos.
Cabe destacar que en el recorrido por el lugar además de ver aún muchos locales cerrados, se pudieron observar algunos ya que están a la renta, pues al parecer quienes los tenían arrendados ya no pudieron sostenerlos al no vender cumpliendo con la recomendación de las autoridades de Salud.
Te puede interesar: