Ayer al llevarse a cabo la audiencia de los 5 policías implicados en la detención del señor Leopoldo Eduardo Soto Cortéz, salieron a relucir los nombres de otros tres policías municipales, que pese a participar en los hechos que causaron su muerte, gozan de libertad.
Los oficiales de la Policía Municipal de Chihuahua Ali Orozco, Adrián Trevizo y René López Méndez, señalados también como quienes sometieron con extrema violencia al expolicia, no se presentaron a declarar a la audiencia donde se requirió su presencia y en la cual estuvieron los cinco agentes inicialmente inculpados por el crimen.
Al hacer uso de la palabra, la juez Karla Otero Otero dijo que López Méndez, policía segundo, no se presentó ya que tramitó una incapacidad laboral, en tanto que Adrián Trevizo tomó vacaciones y el oficial Ali Orozco no atendió ni justificó la petición de acudir al juzgado.
En el transcurso de la audiencia se mencionó que otro agente, de apellido Gutiérrez había participado activamente en la detención, pero no figuró entre los testimoniales requeridos por el Ministerio Público para presentarse en la audiencia de ayer.
Aunque la defensa de los cinco inculpados no pretende hacer responsables a los otros tres agentes, se ha advertido que éstos últimos participaron activamente en la detención violenta e ingreso ilegal al domicilio de Leopoldo, donde antes de la intervención policiaca se registraba un problema familiar.
El oficial Fernando M. L., uno de los agentes que permanece en prisión preventiva, de los cuales se ha manejado que fungieron como primeros respondientes, esto es que trasladaron al detenido por órdenes superiores, declaró que ni los oficiales de apellidos Carreón, Trejo o él, no participaron en el sometimiento del fallecido Leopoldo Eduardo Soto Cortez, Trejo, porque al ser primo de la viuda, por protocolo no podía intervenir para no entrar en conflicto de interés.
Fernando señaló a tres oficiales como quienes dentro de la casa sometieron al detenido, uno de ellos tomándole del cuello y otros doblándole el brazo; el tercero Trevizo, Orozco y Gutiérrez, sin dar los nombres completos.
Dijo Fernando M. L. que su participación básicamente fue de sostenerlo ligeramente para que no se moviera en la caja de la patrulla y en el interior de la casa sometió a los menores que se pusieron violentos para defender a su padre.
No golpee en ningún momento al detenido: Guadalupe D.S.
El oficial José Guadalupe D.S., señalado como presunto coautor del homicidio culposo del ciudadano Leopoldo Eduardo Soto Cortez, desconoció el motivo por el cual están detenidos debido a que él no golpeó en ningún momento al detenido.
Expuso que él fue comisionado para trasladar al detenido, y participó solamente en sostenerlo, porque se movía mucho, “incluso boca abajo y esposado, pataleaba”.
En ningún momento forcejé, no lo golpee, dijo el agente, quien asume que su actuación fue conforme a Derecho.
Declaró que nunca tuvo la intención de matar o ponerse de acuerdo para golpearlo o matarlo, a pregunta expresa del abogado defensor Gabriel Alejandro Vidaña.
Los cinco agentes fueron interrogados por separado para el seguimiento de la audiencia.
Participó Carreón en someter; “sólo le doblé los pies a las nalgas”
El oficial Carreón fue el tercero de los policías que se encuentran detenidos por el presunto asesinato de una persona en detención en declarar ante el juez y hasta el momento el único que declaró haber participado en el sometimiento de Leopoldo.
Carreón reconoce que no ejerció una fuerza excesiva y nunca su intención fue lastimarlo, o quitarle la vida y que su única participación fue sujetarle las piernas a las nalgas, “como técnica de arresto”.
“Llegué con mi compañero (Balcorta) a bordo de la unidad 331, cuando el señor estaba en el exterior en la riña con mis compañeros, yo me acerqué para apoyar”, se sabe que Érick López su superior le pidió ayuda para someterlo, “y entre los dos lo pusimos en el cofre de una patrulla, y siguió luchando”.
A la llegada a la Comandancia, fue el oficial Trejo (primo de la viuda de Leopoldo), quien le dijo que ya no respiraba y Carreón le dijo: “no mames”.
Cabe mencionar que Carreón declaró haber sido el último en llegar y que nunca entró a la vivienda en la que en primera instancia sometieron a Leopoldo.
Leopoldo gritaba “perdónenme”, con una voz muy ronca
Dos de los cinco oficiales que participaron en el traslado del detenido de la vivienda de la colonia Villa Juárez, donde ocurrió la disputa familiar que derivó en el arresto y muerte de Leopoldo, declararon que éste se encontraba aparentemente bien, pues se movía y gritaba, sin embargo, al tomar la calle Portillo, gritaba “Perdónenme”, con una voz cada vez más ronca.
Tanto el oficial Fernando como José Guadalupe coincidieron que no participaron golpeándolo, sino sólo siguieron la orden de llevarlo a la Comandancia, bajo los propios protocolos de detención.
Expusieron que fue en el retorno debajo del puente de Interceramic, el detenido hablaba cada vez más ronco y pedía perdón.
Al llegar a la Comandancia, José Guadalupe fue quien a petición de su superior López corrió por el médico de Barandilla, ya que al voltearlo lo ven que no responde a comandos y tiene los ojos en blanco, fue el doctor quien determinó que Leopoldo había fallecido.
“Ya me los chingué”, les dijo el superior López a policías detenidos
“Ya me los chingué”, les dijo el superior Érick López, a los agentes policiacos al referirles que ya los había consignado, sin informarles el motivo por el cual ellos tenían que presentarse en la Fiscalía.
Hasta el momento los oficiales declarados dijeron que López habría golpeado en diversas ocasiones al detenido.
Los testimoniales afirman que tanto Érick López y Ali Orozco, oficiales participantes en la detención se ausentaron por vacaciones y otro por incapacidad, en el transcurso de esta semana.
López fungió como quien les leyó los derechos a los agentes, cerca de las 5 de la mañana y los envió a declarar.
Usaron objeto sólido o brazo para ahorcarlo: Forense
Sangre debajo de la lengua, raspones, escoriaciones, una herida en forma de cruz en el pecho, así como marcas en las esposas, fueron las heridas que la forense Estela Mercado documentó durante la realización de la autopsia al cadáver de Leopoldo Soto.
La forense externó que la asfixia infringida que le causó la muerte a la víctima fue provocada por un objeto sólido, asimismo, se estableció que quien le causó la muerte le oprimió el cuello con el brazo estando detrás de Leopoldo.
La funcionaria narró que no pueden establecer la hora de cada una de las lesiones, pero que todas fueron antemortem.
Mercado narró que la fuerza necesaria para el ahorcamiento de la persona fue de aproximadamente 20 a 30 kilos.
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