“Esto va a terminar matándonos”, fueron las palabras que expresó Jorge, uno de los locatarios del Centro Histórico que mantuvo abierto su establecimiento de zapatos ayer, a la expectativa de que en cualquier momento acudieran agentes de Gobernación para ordenarle cerrar bajo los lineamientos del súper cierre.
Como Jorge, pocos comerciantes del primer cuadro buscaron “jugársela” con la autoridad municipal y estatal este sábado, pues como dice la novela del escritor mexicano Luis Spota, “más cornadas da el hambre”.
“Abrimos para ver si podemos vender aunque sea unas cuantas prendas, en lo que nos dicen que cerremos; si nos cierran, el día de mañana (hoy) ya no estaríamos abriendo”, explicó otra de las dependientas de este sector, quien se dedica a la venta de ropa, que prefirió omitir su identidad, para evitar represalias.
Los tenderos buscaron en toda su creatividad hasta que encontraron una excusa que les pareció válida para poder operar sus establecimientos, al indicar que “si las autoridades no les avisaron con tiempo, ellos podrían hacer su cierre a destiempo también”.
Estas acciones no las realizan porque busquen ser oportunistas, sino para encontrar la oportunidad de poder mantener sus negocios abiertos, ya que la renta, la luz, el agua, los impuestos, y el sueldo de los empleados no saben que la ciudad tuvo que pasar por un súper cierre este fin de semana.
En algunos de los establecimientos de la zona centro la renta puede alcanzar hasta los 3 mil pesos diarios promedio, que normalmente deberían sacarse de la venta, y que según explicaron los locatarios tienen miedo de que no les sea condonado.
Este temor se debe principalmente a que la recuperación económica para sectores como el de comercio o servicios apenas estaba registrando incrementos, luego de un año de afectaciones por la pandemia.
“Los meses de enero y febrero son los más malos para un comercio, y en esos sí nos dejaron abrir; en marzo más o menos empezamos a recuperar las ventas, y ahora en abril nos regresaron a un semáforo naranja, eso nos amoló nuevamente, y ahora con el cierre, definitivamente esto va a terminar matándonos”, fueron los comentarios de los comerciantes.