Un total de 5 mil 680 niñas y niños del municipio de Guadalupe y Calvo cursan su educación básica en condiciones deplorables, sin aulas, mobiliario, libros y en algunas comunidades sin luz, como consecuencia del poco apoyo de la Federación.
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Como ejemplo, la comunidad de Tuaripa, que se ubica a nueve horas de la cabecera municipal, donde los alumnos residentes de comunidades aledañas tienen que caminar hasta cuatro horas para llegar al centro escolar, por lo que el salón de clases se convierte en dormitorio y comedor para que las niñas y niños indígenas puedan permanecer en el centro escolar.
El alcalde de Guadalupe y Calvo, Noel Chávez Velázquez, detalló que son muchas las escuelas federales asentadas en el municipio, más en comunidades alejadas, donde las condiciones son críticas debido a que no se cuenta con mobiliario, por lo que tienen que tomar clases al cobijo de la sombra de los árboles.
El edil está consciente de la situación en la que se encuentran las escuelas, “Nos tachan de violentos, de que el crimen organizado opera, pero esa misma difusión nos ocasiona que no lleguen los maestros y los apoyos a donde verdaderamente se necesitan”.
Las escuelas multigrado del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) presentan un gran atraso, en el municipio existen 277 escuelas entre preescolar, primaria y telesecundarias, donde 252 líderes educativos atienden a dos mil uno alumnos. Alumnos y alumnas que se encuentran vulnerables, en total en el municipio son 5 mil 680 estudiantes los que están sumidos en la pobreza, entre ellos los de Conafe y Educación Indígena. Aunado a las niñas y niños que no se encuentran matriculados en la escuela.
El edil destacó que en Conafe los maestros o líderes educativos están mal pagados, casi es voluntaria su labor. Hay que recordar que los líderes comunitarios reciben una beca para continuar sus estudios.
En Guadalupe y Calvo existen albergues en las comunidades de Cruz de Chinatu, Nabogame, Turuachi, Llano Grande, El Venadito, Redondeados, Baborigame, así como en la cabecera, cuyos estudiantes son indígenas y reciben su alimentación diaria, cuentan con equipo pero ya viejo, por lo que hace falta una renovación y mantenimiento a los inmuebles, sin embargo no es suficiente para atender a la población escolar de las comunidades alejadas.
Noel Chávez detalló que en la comunidad Cumbre del Durazno se tiene proyectada la construcción de un comedor, a la fecha hay alumnos que reciben sus clases bajo la sombra de un árbol, donde el docente ha podido improvisar su aula, el mobiliario ni siquiera está completo, pues a los mesa bancos les faltan las mesas y los alumnos se apoyan en los tubos.
Las condiciones de otras escuelas son igual de precarias, pues además de tomar clases en tejabanes improvisados, sin paredes, el servicio sanitario también se ha improvisado con láminas y cobijas. A falta de pizarrones, los pinos son usados para colgar las cartulinas con las vocales y las sílabas. Los docentes hacen milagros para llevar la educación a los rincones alejados de la Sierra Tarahumara.
Entre los proyectos del Ayuntamiento se encuentra la construcción de 22 aulas, a la fecha ya están terminadas 10. En el caso de la escuela de Turiapa, nota publicada por El Heraldo de Chihuahua y que se ha hecho viral por las condiciones de precariedad en la que se encuentra la comunidad escolar, detalló que la maestra no solicitó el apoyo del Ayuntamiento, el cual trabaja a través de proyectos.
La escuela de tiempo completo federalizada recibirá 150 mil pesos del programa, los cuales se entregarán a los padres de familia por disposición presidencial, sin embargo se deberá verificar que esos recursos se apliquen para las necesidades escolares.
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