Un promedio de 35 mil fieles son atendidos por un solo sacerdote en la Diócesis de Chihuahua, con un déficit importante de presbíteros para las necesidades espirituales, con dos polígonos importantes como el de la zona norte, que abarca desde la avenida Revolución Cubana hasta la zona rural de El Sauz; y en el suroriente, desde Juan Pablo II y periférico Lombardo Toledano, hasta las colindancias con los municipios de Aldama y Aquiles Serdán.
En la Diócesis de Chihuahua hay una curia de 120 sacerdotes y religiosos, con una cobertura territorial de la zona centro del estado, abarcando desde El Sauz hasta Camargo y desde Ojinaga hasta San Francisco de Borja.
“Tenemos una Diócesis muy bendecida, porque seguimos teniendo muchas vocaciones aunque se refleja en menos ordenaciones; pero también hemos tenido muchos decesos, lo que provoca un déficit para atender las parroquias. Actualmente un sacerdote atiende a 35 mil personas en la Diócesis de Chihuahua”, refirió Ramón Alberto Soto, seminarista del Ministerio de Comunicación.
Detalló que en las parroquias de la periferia de la ciudad de Chihuahua, como la de San Martín que cubre al norte, con un polígono de población muy grande, con la atención de un solo sacerdote, el presbítero Ricardo Gómez. En el caso de la zona sur, Juan Pablo II, con el párroco José Porras.
“Si lo vemos fríamente, es la ausencia de Dios que ya se siente en nuestra sociedad, independientemente de qué tipo de religioso, un buen líder ayuda mucho. Por eso el Seminario lo que busca es formar sacerdotes santos, es lo que necesitamos”, afirmó.
Entre las pérdidas recientes, el joven seminarista mencionó al padre Gallo, quien tiene apenas unas semanas de haber partido a la Casa del Padre; y en los últimos años el padre Édgar Estrada y el padre César Araiza, conocido cariñosamente como el padre “Chicharito”.
No obstante, en el preseminario de enero participó una cifra récord de 100 personas, contrario a diócesis donde no hay solicitudes de ingreso, o se manejan cifras de 10 o 20.