“¡Extra, extra: Infiltran narcos a municipios..!”

Al cumplirse 365 días del asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, familiares, amigos, entre ellos Patricia Mayorga, periodista en exilio, colegas de diversas partes del país, defensoras y representantes de organismos internacionales honraron su memoria y exigieron justicia. Se hizo un llamado al gobierno estatal y federal para ponerle un alto a la crisis donde los periodistas ya no pueden trabajar sin ser hostigados, amenazados o asesinados.

Al pie de la Cruz de Clavos se realizó el homenaje del primer aniversario luctuoso de la corresponsal de La Jornada, donde se recordó su trabajo valiente enfocado a la denuncia del sufrimiento de los pueblos indígenas de la Sierra Tarahumara y el poder y la impunidad con la que grupos del crimen se mueven en la región, la corrupción, los feminicidios, la tala ilegal en la sierra, las desapariciones, el desplazamiento interno forzado y las agresiones a personas defensoras de derechos humanos, entre otros temas.

La conmemoración inició con la participación de artistas independientes, quienes colocaron un pequeño altar de muertos de 3 niveles con 3 fotografías de Miroslava, dos veladoras, una cámara y la frase “El silencio es complicidad, y eso es lo que ha generado todo este desmadre”. Luego comenzaron a vocear los titulares de los reportajes de Miroslava. “¡Extra, extra! El Cártel de Sinaloa toma caminos de la Tarahumara para pasar drogas. ¡Extra, extra! Destierra el narco a centenares de familias. ¡Extra, extra! Infiltra el narco gobiernos municipales. ¡Extra, extra! Impone el crimen organizado a ediles en Chihuahua”. Algunos de esos reportajes son el móvil de su asesinato el jueves 23 de marzo de 2017 a las 7:06 horas, cuando esperaba, a bordo de su camioneta, a su hijo para llevarlo a la escuela. Alguien había dado la orden. “¡No, no, no ching…, que para qué se hacen tontos!, Miroslava Breach es nacida en Chínipas y no va a revelar fuentes de información... y por eso firmé la nota porque yo sí tengo ovarios, por eso firme la nota”, parafrasearon a la periodista asesinada quien además afirmaba: “El silencio es complicidad y eso es lo que ha generado todo este desmadre”.

Miroslava se negó a ser cómplice por eso era una mujer enfocada en dar voz a los más desprotegidos y buscar un impacto mayor con el poder de la investigación, de la palabra escrita y de sus reportajes, afirmó Jaime Armendáriz, cofundador de la Red Libre Periodismo. “La exigencia de justicia debe ser permanente sin dar paso al silencio ni al miedo, de lo contrario sólo se abona a mantener un clima de impunidad en un sistema podrido”.

Se exigió justicia y que se esclarezca el crimen y que la autoridad estatal asuma su responsabilidad de sancionar a todas las personas involucradas en el artero crimen contra nuestra compañera, sobre todo porque la indagatoria se ha enfocado sólo en castigar únicamente a los asesinos materiales, y preocupa el cambio en el discurso oficial inicial, que ya no habla de la narcopolítica como la principal causante del crimen.

De igual manera manifestaron su preocupación por la falta de coordinación entre el Estado y la Federación, por lo que exigieron se ponga a trabajar a pesar de sus diferencias partidistas.

“Su pluma era muy incómoda porque sacaba a la luz lo que algunas personas deseaban que permaneciera oculto. Por eso, el asesinato de Miroslava no sólo les duele a su familia y amigos, sino que le debe doler a toda la sociedad, nos debe doler a todas y todos”, enfatizó Ricardo Neves de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.

Miroslava siempre supo que ser periodista, que informar y no claudicar frente a las amenazas que recibió, suponía un gran riesgo, pero se negó a la autocensura. Consciente del peligro, pero también de que era una de las pocas voces que podía ayudar con la verdad a las víctimas de la violencia y los pueblos oprimidos, decidió seguir informando.

Otras voces valientes han enfrentado también terribles consecuencias por su decisión de no ser cómplices con su silencio. Por ejemplo, a Patricia Mayorga la forzaron al exilio. “Otras y otros periodistas no pueden entrar a la sierra o no pueden informar sin poner en riesgo su vida o la de sus seres queridos”, denunció.

“La impunidad y la justicia constituyen mensajes a los perpetradores. La impunidad facilita su repetición, mientras la justicia reafirma que quienes ordenan y perpetran estos crímenes deberán rendir cuentas. Por eso, por Miroslava, pero también por todos los demás periodistas en riesgo, la impunidad no puede persistir y todos los involucrados en este crimen tienen que ser debidamente investigados, juzgados y sancionados”.

El representante de la ONU señaló la urgente necesidad de garantizar la eficacia de los sistemas de protección y prevención de las agresiones contra periodistas, con la finalidad de generar un ambiente propicio para el ejercicio de la libertad de expresión.

Mientras que Jan Albert Hootse, representante en México del Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ señaló que en México existe una crisis de derechos humanos, por lo que hizo un llamado a la autoridad estatal y federal para poner un alto a la crisis de libertad de expresión que sufre México. “Es una crisis donde los periodistas no pueden trabajar ya sin correr el peligro de ser hostigados, desaparecidos, amenazados, ser víctimas de campaña de desprestigio y hasta ser asesinados”.

Reiteró que a un año del asesinato de Miroslava la violencia no ha cedido contra los periodistas, hace tres días el asesinato de Leobardo Vázquez, por lo que dijo que las autoridades estatales y federales deben de realizar investigaciones rápidas, creíbles y certeras, ya que la mayoría de los homicidios de periodistas permanecen en total impunidad.

Además Manuel Colombie, representante de Reporteros sin Fronteras para América Latina realizó un detalle del caso, desde el asesinato, la solicitud de amparo por parte de la familia para ser considerada víctima indirecta, captura de uno de los asesinos, la muerte del asesino material, la “siembra” del arma calibre .38 con la que le arrebataron la vida a Miroslava en el cuerpo de Gabriel Federico Ochoa.

Además de la atracción del caso por parte de la PGR desde el 14 de enero, pero desde entonces la Fiscalía General del Estado de Chihuahua se ha negado haciendo uso de argucias legales, primero haciendo presión por parte de la familia para que se desistiera del amparo, ahora se espera que la FGE acepte que la PGR continúe con las investigaciones o también decide litigar el caso en tribunales.

“El gobernador dijo que se trataba de una ‘ejecución de un crimen de intimidación y silenciamiento’ donde además se relacionaba a la banda criminal de Los Salazar liderada por Adán y Crispín Salazar Zamorano”, relató.

El evento conmemorativo concluyó con los 5 hermanos al frente de la Cruz de Clavos, monumento a la impunidad, donde Brisa y Jacobo Breach exigieron justicia. Brisa señaló que si su hermana hubiera sido una periodista “miope y chayotera” seguiría con vida.

A un año el caso, sólo existe un imputado bajo proceso y hay presuntos implicados protegidos por las autoridades.