El chihuahuense Rubén Maguregui creó una réplica de un automóvil Speedster Ford A de 1928 por el placer de tenerlo dentro de su colección, por lo que luego de 900 horas de trabajo presentará su creación mañana domingo en las instalaciones de la Escuela Normal Superior del Estado en punto de las 12:00 horas.
“Me di cuenta que este Speedster no lo tenía para restaurarlo, por lo que decidí hacerme una réplica”, explicó con sencillez. Rubén empezó en un taller de carpintería cuando estudiaba en secundaria, después lo invitaron trabajar en un taller de carrocería, pero sin entregarle un sueldo, sino la oportunidad de aprender. Años después decidió estudiar la carrera de Matemáticas en la Escuela Normal Superior del Estado, conocimientos que sabía aplicaría para las restauraciones, a las cuales llegó gracias a la decisión de demostrar que como mexicano y chihuahuense también se cuenta con la capacidad de relucir en ese ámbito.
“Siempre he trabajado en talleres de varios tipos, en esto no existen escuelas, es uno el que va agarrando en el camino. Hay programas de restauración y gente que se dedica a eso, ahí me di cuenta que yo podía hacer lo que ellos hacen, porque no lo veía como algo complicado por tener conocimientos de herrería, de carpintería, de mecánica y de carrocería, al juntarlos todos me di cuenta que tenía la capacidad de hacer una réplica de un carro y restauraciones”, explicó.
“Es de más caché hacer todo un carro completo desde cero, es algo que no se ve aquí en Chihuahua”, indicó y especificó que son actividades que anteriormente en México sólo se veían en la televisión en el sur del país, como el caso de “Mexicánicos” por Martín Vaca en Guadalajara, quien en una ocasión le abrió a Rubén las puertas de su taller para que trabajaran juntos, sin embargo Rubén dice preferir ser su competencia y representar al estado de Chihuahua.
Este domingo presentará una réplica de un Speedster Ford A 1928, que le tomó 900 horas de trabajo. Lo describe como el carro deportivo de la época antigua, explicó que en aquel entonces un Speedster era una línea deportiva de cualquier marca.
Esta es la segunda réplica que ha realizado en su vida, pues hace ocho años terminó una réplica de un Rolls Royce: “De pequeño me gustaba el programa de ‘Los Intocables’, donde veía los carros y fui anhelando cada vez más tener uno, y cuando tuve la oportunidad económica de poder comprar algo así, nadie me lo quería vender, por lo que me puse a hacer una réplica de un Rolls Royce. Eso me hizo que me vinieran a buscar para venderme carros, por lo que a la fecha he adquirido 18 carros antiguos para restaurarlos después de batallar por treinta años para comprarlos”, explicó.
En el caso del Speedster Ford A 1928, indicó que el proceso no le fue difícil, pues al contar con otros carros originales, tomó las dimensiones de éstos, cuyas medidas son muy similares y eran compatibles en muchas piezas, y las que faltaban fueron creadas a partir de una proporcionalidad geométrica.
Aunque dentro de su taller trabaja solo, en esta ocasión su hermano lo ayudó con la parte eléctrica, mientras que miembros del club de carros antiguos Unión, del cual forma parte, se ofrecieron para ayudarle con los frenos y elaborar las piezas que necesitaba.
El Speedster Ford A 1928 está dedicado a Juan Manuel Escareño, delegado de la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección y director del Museo de Autos y Transporte de Monterrey, por abrirle las puertas del museo años atrás para que pudiera estudiar a profundidad los automóviles en exhibición para sus futuras restauraciones: “Si necesitaba medidas para futuro, me abría el museo en el día cuando descansaban, entonces esta réplica está dedicada a él, porque me ayudó mucho”.
Rubén Maguregui indicó que el próximo proyecto será un Ford T 1914, por lo que será el carro más antiguo circulando por las calles de Chihuahua, el que empezará a trabajar durante el mes de abril. Asimismo explicó considerar que exhibir las restauraciones y réplicas de automóviles antiguos es importante para los niños y jóvenes, pues se van acercando a un mundo donde el trabajo da frutos, donde aprenden de historia y donde pueden despertar su pasión por los automóviles.
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