Pese a que su justificación para llegar a México y la frontera con Estados Unidos es la de trabajar, los indocumentados provenientes de diversas partes del mundo han iniciado a agruparse en “pandillas” para comenzar a delinquir, donde incluso las autoridades ya han realizado aseguramientos de armas y droga a varios indocumentados y hasta han realizado detenciones por realizar secuestros en Chihuahua.
Según los archivos periodísticos, hasta el momento se han detenido y realizado cerca de 25 investigaciones en contra de personas indocumentadas, quienes cometen diversos delitos como lesiones, secuestro, portación de arma de fuego, portación y distribución de drogas, entre otros más.
Este tipo de población de indocumentados que mantiene su arribo al estado de Chihuahua por diferentes vías de comunicación, han iniciado a conformar pandillas para delinquir, algunos otros actúan solos y hasta llevan a cabo riñas entre ellos por pertenecer a otras agrupaciones de sus natales países.
Al interior de estas pandillas independientes se forman a través de grupos de amigos, que se reúnen en el viaje o en la estancia en la capital, posteriormente realizan algunas actividades lícitas e ilícitas, donde incluso algunos sólo se reúnen para consumir algunas sustancias prohibidas de bajo costo.
Dentro de la ciudad de Chihuahua se siguen reuniendo en el puente ubicado en la avenida Pacheco a la altura de Interceramic, que es un punto donde arriba y pasa el tren, donde los deja o recoge para llevarlos a nuevos destinos, ahí aún duermen y hasta el día de ayer se conocía de un grupo que habían comenzado a formar estos indocumentados para cometer diversos delitos, en la ciudad como en contra de sus propios compañeros.
Casos como el de Wilson Pacheco Barrera, el hondureño que raptó una menor de 12 años, de la colonia Punta Oriente, fue uno de los más llamativos que se han registrado en la entidad, toda vez que se reconoció que el joven pertenecía a una banda de secuestradores, donde comúnmente robaba y violaba a niñas en su natal Honduras.
Existen registros de decenas de migrantes que están o han colaborado con algunos cárteles como el de Sinaloa y el Cártel de Juárez, donde incluso la Fiscalía General del Estado ha realizado la detención de cinco indocumentados que dijeron colaborar con esta célula criminal, además de que les aseguraron armas y diversas dosis de droga.
Uno de los casos más recientes fue el salvadoreño que participaba en una célula de secuestradores en Juárez, donde el hombre identificado como Walter Alexander, originario de El Salvador, fue detenido por secuestrar a dos mujeres y un hombre, a lado de Luis Antonio, quien es originario de Michoacán y Rodolfo quien arribó de Tijuana.
Estos tres presuntos secuestradores oriundos de otras partes del país e incluso del extranjero, tenían dos años, cinco meses y una semana de estar radicando en Ciudad Juárez y fueron sorprendidos custodiando a las víctimas en la casa de cautiverio, vigilancia que hacían con un arma de fuego tipo Uzzi, misma que les fue asegurada, así como un vehículo Ford, línea Taurus, color negro.
Actualmente se habla que en el estado de Chihuahua, según las cifras del Instituto Nacional de Migración, existen por lo menos 24 mil migrantes esparcidos en diferentes municipios del estado, siendo 15 mil de ellos en Ciudad Juárez y el resto en Chihuahua, como en otros puntos como es Jiménez, Cuauhtémoc y Nuevo Casas Grandes.
Algunos de ellos han iniciado labores ordinarias de trabajos remunerados, mientras que cerca del 80% decide quedarse en albergues y otros puntos para pedir dinero, por lo que deberán mantenerse en el estado por lo menos lo que resta del año, porque se encuentran en trámites para poder ingresar a los Estados Unidos.
Según los datos que recaba la Fiscalía General del Estado, las nacionalidades que más se mezclan en actividades delictivas son los cubanos, ecuatorianos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, que incluso varios de ellos han sostenido riñas con agentes por solicitar su documentación que valide su estancia en el país.
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