En la selva baja caducifolia de Guadalupe y Calvo considerada parte del Triángulo Dorado, área de influencia del crimen, el aguacate está ganando terreno al cultivo de marihuana, pues este año se cosecharon las primeras 10 toneladas del “Hass Mendez”, una variedad que puede darse la región y la proyección es elevar de 20 mil a 50 mil las plantas al finalizar el año y así detonar la economía, dio a conocer el alcalde Noel Chávez.
“No se creía mucho en esto, pero dijimos vamos a darle”, y los primeros resultados se están viendo, hace tres años se puso en marcha el programa, con los tres niveles de Gobierno y en otros tres estaremos viendo multiplicaciones en las cantidades que produzcamos”, señala.
Según la administración Municipal, el aguacate podría generar derramas de hasta 90 millones de pesos anuales.
El alcalde dio a conocer que existe una gran motivación por parte de los productores, que ven al aguacate con un gran potencial, muestra de ello es la gran aceptación en países como China, Estados Unidos, Japón y otros europeos.
Chávez deja entrever que la marihuana u otros cultivos ilegales llegaron a tener un gran arraigo en la mayoría de los casos por las condiciones de pobreza de los habitantes, que lo tomaban como opción para llevar comida a sus familias; “pero nadie les dio conocimientos técnicos de que podrían cambiar al aguacate”.
Aunque 10 toneladas es de sorprender, para un municipio de 70 mil habitantes, el alcalde considera “poco”, y sus expectativas se encuentran en que Chihuahua sea quien aporte una buena cantidad de lo que se cosecha en estados del sur, que ronda las mil toneladas y media, “es poco, en un mercado tan demandante”.
En palabras del alcalde, Noel Chávez, se trata de un plan que busca la pacificación de las comunidades desvinculándolas de cultivos ilegales y que el producto se consumió localmente, con la expectativa de convertirse en un ayuntamiento exportador en un lapso de 3 años.
Para el mandatario, a los productores no se les daba otra opción, nadie les daba conocimientos técnicos para decirles que se podían poner a sembrar otra cosa que no fueran enervantes, y muchos de ellos lo hacían para obtener recursos por la alta necesidad económica.
Reconoce que el proyecto de reconvención recibió algunas críticas y mucha gente estaba renuente al principio porque consideraban que no se iban a dar, y ahora muchos productores se encuentran en etapa de buscar organismos certificadores para facilitar la exportación.
“La gente cree en esta propuesta, por lo que ellos trabajan en ello. Hoy Guadalupe y Calvo crece ante la oportunidad de desarrollo económico y está por convertirse en la megarregión del aguacate y con las nuevas carreteras facilitar la comercialización", indicó.
“Tengo 25 años de profesionista forestal ambientalista, viendo toda esta parte de aprovechar nuestro ecosistema, tenemos el llamado de que debemos aprovechar el barranco”, finalizó.
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