La modelo mexicana Vanessa Ponce de León, de 26 años, quien es la primer mexicana en ganar la corona de Miss Mundo, es voluntaria en una organización para atender a migrantes y durante una visita a la Sierra Tarahumara, se fue encantada de los paisajes de Batopilas y Bocoyna, además de la calidez de la gente que habita en esa región.
Durante los días 11 y 12 de junio de este año, la Sierra Tarahumara fue visitada por tres bellezas, Andrea Sáenz, ganadora del certamen Miss Continentes Unidos, Andrea Meza Miss Mundo Américas, ellas dos originarias de Chihuahua y la ahora Miss Mundo, Vanesa Ponce de León.
Vanesa convivió con los pequeños rarámuris e incluso en su cuenta de Instagram compartió una imagen con el siguiente post: “Sonrisas de verdad en Batopilas, Chihuahau. Estábamos tomando fotos y me llevé mi cámara, los niños no pudieron evitar acercarse a preguntar como funcionaba, ellos también tomaron algunas fotos y las niñas trataban de posar… curiosidad natural”
La joven cuenta con una maestría en comercio internacional y además forma parte del comité director de un centro de rehabilitación para jóvenes. La 68 edición del certamen se celebró en Sanya, en el sur del país asiático.
Ponce de León fue coronada por Manushi Chhillar, de India, quien obtuvo la corona el año pasado.
Un total de 118 participantes competían por el título. Miss Tailandia quedó segunda, seguida de las candidatas de Bielorrusia, Jamaica y Uganda, que completan el ranking de las cinco mujeres más bellas del mundo.
¿Quién es Vanessa?
Vanessa Ponce de León, representante de México en el certamen de belleza Miss Mundo, reúne belleza, inteligencia y ganas de ayudar a los demás; condiciones necesarias para poder ceñirse la corona.
Y es que este concurso no sólo premió a la más guapa e inteligente, sino también al proyecto social que ayude verdaderamente a su comunidad.
“En Miss Mexico Organization y en Miss Mundo en general el tema es belleza con propósito y eso significa que de verdad buscamos crear conciencia social, un cambio en nuestra sociedad y cada una de las aspirantes estamos muy comprometidas con nuestro país”, había señalado en entrevista previa.
“Todas presentamos un proyecto que apoya a alguna población específica de cada país. Tiene que ser un proyecto elaborado con resultados, que de verdad se esté llevando a cabo, no sólo una iniciativa. No se trata de que llegaron hace dos meses al asilo y se tomaron la foto y ya está”, ahondó.
Desde antes de llevarse a cabo el certamen, Vanessa Ponce de León tenía grandes posibilidades de darle a México esa corona, pues estaba en un top diez que la colocaba entre las favoritas.
Aunque, a decir de la mexicana previamente, lo más importante era ganar los fondos para la causa social que desde hace tres años defiende.
Belleza con causa
Desde un principio, a Vanessa le interesaba ganar el concurso para esos mexicanos que lo necesitan. Al ganar la corona, estuvo consciente de que a sus fans les daría mucho gusto, pues México nunca la había obtenido.
“Es darle una alegría a mi país, pero lo que más me importa es ayudar a mi fundación, a mis niños, a mis amigos, a mi gente, a mis maestros con ese fondo”, habría comentó emocionada.
Ponce defiende varias causas, sin embargo, la que tiene que ver con la niñez mixteca es la que la mantiene muy ocupada desde hace varios años.
El proyecto que ella llevó a Miss Mundo se llama Na Vali, que está destinado para los hijos de jornaleros migrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato a la pisca del chile y los pequeños viajan con sus padres.
“Para que no trabajen en los campos, los apartamos y les damos educación y nutrición, porque desgraciadamente estos niños viven en situaciones precarias donde no siempre tienen comida o salud, porque muchos de ellos no están ni registrados, no son mexicanos, son ciudadanos fantasmas y no pueden acceder a nada porque no existen”, explicó la guanajuatense.
Esta fundación también los asesora legalmente para que puedan poner en regla los papeles de los pequeños y puedan tener acceso a servicios públicos como educación y salud.
“Lo más importante que está haciendo este proyecto es hacer visible a esa población, porque si no sabemos que existen ¿cómo los vamos a ayudar? Obviamente estamos trabajando conjuntamente con órganos del gobierno para que no vuelvan a vivir situaciones de falta de papeles. Hacemos una función de acompañamiento legal y jurídico en lo que necesitan”, dijo.
Palabra de reina
“Nuestro fuerte es la educación, la salud y la nutrición. Les enseñamos a los niños español porque todos hablan mixteco. Les damos dos alimentos con nutrientes adecuados para ellos, agua y tenemos campañas médicas y de salud dental para que los chequen, se les quite la anemia y estén perfectos. Estamos con ellos aproximadamente cuatro meses” abundó sobre su proyecto.
“El programa tiene varias etapas. Funciona en los meses de abril a agosto, que es cuando los niños están en Guanajuato. Durante esos meses somos voluntarios de tiempo completo, lo que significa que somos los maestros.
La verdad es que es muy gratificante ese contacto y convivencia que tengo con los pequeños durante esos cuatro meses, aprendo más de ellos que lo que podría enseñarles”, comentó.
Sin estereotipos
Ponce de León, quien estudió Comercio Internacional y tiene un diplomado en Derechos Humanos, aseguró que los tiempos han cambiado, las mujeres son otras y por ende los concursos de belleza también tuvieron que reformarse y darle al gremio el rol que le corresponde.
“Todos tenemos estereotipos sociales de lo qué es una reina de belleza, pero hoy en día no somos solamente ‘una cosa’, hoy una mujer bella es la que usa sus dones en beneficio de la población. Ya sea la comunicación, dirección, la música, el canto, cualquier cosa, pero todo al servicio de la comunidad, de otra forma te vuelves vacío”, subrayó.
Así, con la consigna de hacer un buen papel, Ponce de León se preparó a conciencia para llevar hasta China un poco de nuestra cultura.
“Tomé clases de canto, ejercicio, expresión corporal. Además de charrería y de floreo, (en uno de los retos, eso hizo)”, prometió. Ella se capacitó en la Asociación de Charros del Pedregal, con la idea de dejarlos con el ojo cuadrado en país asiático... y lo logró.
"Llevar el nombre de México a otras latitudes es conocer tu país, tu historia, tu gente y hablar coherentemente de nuestro país, de la unidad que tenemos, porque todo mundo comenta lo que nos pasó en el temblor y de cómo nos hicimos uno solo, pero los mexicanos siempre estamos juntos y siempre hemos querido superarnos, trasmitirlo es el reto, pero creo que lo lograré”, concluyó.
ELEMENTOS GRÀFICOS
Sucede a chihuahuense
Ponce de León fue coronada Miss Mundo México el pasado mes de mayo, en un evento desarrollado en Villa Toscana, Sonora, donde compitió contra otras 32 bellezas del país. Ella fue coronada por la Miss Mundo Mèxico saliente, la chihuahuense Andrea Meza, quien el año pasado obtuvo el segundo lugar a nivel mundial.
68 años tiene el certamen, siendo la primera vez que se corona una mexicana.
Estuche de monerías
Para ganar Miss Mundo, se preparó en diversas asignaturas, incluyendo la charrería. Luego ceñirse la tiara, ella tiene en la mira lo más importante: apoyar a los niños indígenas de Guerrero y Guanajuato.
Vanessa Ponce de León
Miss Mundo 2018
“Cuando me dijeron que podrían dar un premio de donación para mi asociación de inmediato me dije 'Lo quiero y voy por él’. Una cosa importante de Miss México y Miss Mundo es que pude no haber ganado la corona, pero mi proyecto es totalmente independiente de mí, es decir, puede obtener un fondeo a nivel internacional”.
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