“O trabajamos para comer o trabajamos para pagar taxis. Nopuedo dejar de venir a trabajar, no puedo incumplir, pero tampocohay trasporte y a fuerza tengo que agarrar taxi, me cuesta 80 pesospor vuelta, es mucho”, señaló María de los Ángeles Reyes,quien trabaja en una farmacia.
La señora Reyes toma el taxi desde la colonia Cerro de la Cruz,ya de regreso se sube al camión Francisco Portillo, se baja en laiglesia del Sagrado Corazón y de ahí tiene que caminar hasta sucasa para ahorrarse el taxi de regreso.
“Yo gano 200 pesos diarios, con el pago del taxi en dos díasahí se me va lo del diario, qué hace uno, ahorita trabajar nomáspara pagarme el trasporte”, refirió muy disgustada María de losÁngeles Reyes.
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