El Operativo Conjunto que mantiene la Fiscalía General del Estado, en colaboración con la Agencia Estatal de Investigación (AEI), la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional, sigue activo en las localidades de Chínipas y Uruachi, Chihuahua. Este despliegue tiene como principal objetivo responder a múltiples reportes de ciudadanos que alertaron sobre la presencia de civiles armados y disparos en la región.
Desde el fin de semana, las fuerzas de seguridad han intensificado su presencia en comunidades como Gosogachi, Las Trojas, Arechuyvo y Loreto, áreas conocidas por su geografía montañosa y de difícil acceso, lo que históricamente ha complicado las labores de vigilancia.
El operativo no solo busca disuadir y prevenir enfrentamientos entre grupos armados, sino también ofrecer una mayor sensación de seguridad a la población que ha manifestado su preocupación por estos incidentes.
Las autoridades han realizado recorridos constantes por las localidades afectadas, entrevistando a los habitantes. Los pobladores han señalado que, aunque han escuchado detonaciones de armas de fuego, no han sufrido agresiones directas ni en sus hogares ni en sus actividades cotidianas dentro de los últimos días.
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Aunque el reporte oficial indica que no se han producido novedades de relevancia en cuanto a enfrentamientos o detenciones, la continuidad del operativo se considera esencial. Este tipo de despliegues suelen prolongarse en áreas rurales como éstas, donde la presencia estatal y federal tiende a ser intermitente debido a las características geográficas y las dificultades logísticas. Las fuerzas de seguridad han señalado que el operativo permanecerá en la zona hasta que las condiciones lo requieran y la situación de riesgo disminuya significativamente.
La coordinación entre las diferentes corporaciones es clave en estos operativos conjuntos. La SEDENA y la Guardia Nacional aportan recursos humanos y también inteligencia operativa para identificar posibles focos de violencia y neutralizar cualquier amenaza a la población civil. Por su parte, la AEI y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal se centran en las labores de investigación y vigilancia, recopilando información y entrevistando a testigos para identificar a los posibles responsables de las acciones delictivas.
A nivel estatal, este tipo de operativos responde a la estrategia de seguridad implementada en Chihuahua para combatir la delincuencia organizada, la cual ha tenido una presencia considerable en la región de la Sierra Tarahumara debido a su importancia estratégica para el tráfico de drogas. Aunque los resultados inmediatos del operativo no han sido sobresalientes en términos de detenciones o decomisos, su propósito principal es la prevención y el control de la violencia, evitando que los grupos criminales sigan operando impunemente en zonas rurales alejadas de la vigilancia cotidiana.
De cara al futuro, las autoridades aseguran que continuarán monitoreando la región y realizando acciones de seguimiento para garantizar la seguridad de los habitantes, mientras que se exhorta a la población a seguir colaborando con los reportes anónimos.