Los enfrentamientos que han desplazado a integrantes del pueblo Ódami de Santa Tulita, Guadalupe y Calvo, llevan más de un año en la zona y se trata de una disputa entre dos grupos antagónicos que, de la misma manera, se han trasladado a diferentes puntos del propio municipio, por lo que a decir de los agentes que acuden para atender los reportes, los hechos son repentinos, ya que cuando las familias sienten su retorno “seguro”, inesperadamente se suscitan nuevos hechos que obligan otra vez su salida.
Desde hace más de un año, una disputa por el control de la zona serrana de Guadalupe y Calvo mantiene con temor a distintas comunidades del municipio, inclusive habitantes de algunas de ellas han salido desplazados por miembros del crimen organizado.
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El reporte más reciente se trata de Santa Tulita, Guadalupe y Calvo, donde más de 58 habitantes se vieron obligados a salir, derivado de los constantes enfrentamientos que se presentan en la zona, por lo que fueron llevados a un lugar donde ahora manifiestan vivir en condiciones precarias, inseguras y no les permite su integración cultural.
Según manifestó un agente policiaco quien pidió reservar su nombre, ha sido un lapso de constantes enfrentamientos entre dos grupos delincuenciales que de la misma manera “pelean” otra zona del municipio de Guadalupe y Calvo.
Ello, dijo, ha derivado en que las personas tengan que salir de sus casas y en ocasiones acuden a brindar el auxilio junto con la Ceave, pero además, muestran un poco de resistencia a salir de su zona y ello complica aún más la situación.
Sin embargo, cuando aceptan, de manera inmediata quieren regresar y algunos lo hacen por sus propios medios, lo que a la postre se convierte en un peligro, ya que por espacio de días se dejan de suscitar los hechos, pero cuando nuevamente suceden, vuelven acudir al rescate.
Desde hace tiempo, datos de inteligencia en manos de los tres niveles de Gobierno atribuyen que los enfrentamientos armados que se han suscitado en las comunidades más recónditas de Guadalupe y Calvo que conforman el “Triángulo Dorado”, al colindar con los estados de Durango y Sinaloa, se atribuyen a la incursión del Nuevo Cártel de Juárez y/o “La Línea”, a través de un grupo liderado por Benito Ruelas “El Mexicano”, quien ahora pelea la zona históricamente dominada por el Cártel de Sinaloa, al grupo criminal de “Los Salgueiro”.
Datos de inteligencia de la Fiscalía General del Estado y expuestos en el Panorama Delictivo, ubican a Benito Ruelas alias “El Mexicano”, como un lugarteniente de “La Línea” en la zona y que opera bajo el mando de Poncho Arrellanes, presunto líder de dicha organización en la región de Camargo.
Las autoridades han detectado que “El Mexicano”, previo a pertenecer al grupo para el cual opera actualmente, lo hacía para “Los Salgueiro”, sin embargo, una ruptura interna lo llevó a pertenecer a “La Línea” y al conocer el sistema de operación y movimientos de sus rivales, se han suscitado las refriegas en las comunidades más alejadas de Guadalupe y Calvo.
Por su parte, el grupo de “Los Salgueiro”, fracción del Cártel de Sinaloa según el organigrama elaborado por la Fiscalía General del Estado, es liderado en la Zona Sur de Chihuahua por Ruperto Salgueiro Nevarez., apodado “El 37” y su hermano José Salgeuiro Nevarez “El Che”.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral