El registro continuo de lluvias en municipios de la región serrana en la zona occidente del estado, ha permitido que las cascadas más importantes de la entidad, como los son la de Basaseachi y Cusarare, se recuperen al cien por ciento luego de meses en los que, debido a la sequía intensa, estos importantes atractivos naturales desaparecieron literalmente.
Fue el pasado mes de junio, cuando pobladores de la comunidad de Basaseachi en el municipio de Ocampo, se mostraron preocupados por los estragos originados por la sequía al desaparecer la caída de agua de uno de los principales atractivos turísticos de la sierra chihuahuense.
Una condición similar se vivió al secarse en su totalidad la cascada Cusarare, ubicada en el municipio de Guachochi, así como parte importante del Lago de Arareco en el municipio de Bocoyna, condiciones que pusieron en “jaque” al sector turístico de estas zonas ante la reducción de visitantes por la falta de atractivos naturales.
Además de la sequía, los pobladores de Basaseachi denunciaron que las excavaciones que la mina Real de Ángeles realiza en esa zona, son lo que detona un desvío del cauce, además de que la necesidad del abasto de agua para consumo humano obliga a extraer el vital líquido de los arroyos “Colanachi” y “el Nogal”, por lo que el agua no alcanza a llegar a la cascada
Sin embargo, a partir del 18 de agosto del presente año, las circunstancias se tornaron diferentes al recuperarse en gran porcentaje los cuerpos de agua antes señalados, lo que cambió radicalmente el panorama para los habitantes de estas zonas, quienes en la actualidad se muestran alegres de la recuperación de tan importantes atractivos naturales.
Incluso, se dio a conocer por parte de personal de la Coordinación de Protección Civil Estatal que supervisa la región serrana, que ambas cascadas registran una captación histórica de agua, al derramar sobre el cien por ciento de la cantidad que comúnmente tienen ambas caídas.