Impartir clases a distancia ha sido todo un reto para Virginia Valverde Anchondo, quien es maestra de educación física, trabaja en preescolar y primaria regular, así como en un Centro de Atención Múltiple, sin embargo le ha dado la oportunidad de estar más en contacto con los padres de familia.
“Tenemos una misión, ser maestros es tener la vida de pequeños en nuestras manos”, comentó la maestra Vicky, quien agregó que más en estos tiempos donde los alumnos atraviesan por situaciones difíciles y duras a consecuencia de la pandemia. “Si algo necesitan nuestros alumnos, es ese programa de educación física con amor y paciencia, porque de nada sirve ser el mejor basquetbolista o futbolista si no soy empático con el perdedor o con el que no puede”.
Al inicio de la pandemia a causa del virus SARS CoV2 con la modalidad de educación a distancia, se dedicaba a redactar la actividad y luego se la daba a la maestra de grupo para que las enviara, luego esperaba respuesta de las actividades, sin embargo no se sentía bien debido a que no sabía si los niños y niñas se estaban divirtiendo o si lo habían logrado.
Luego pidió ser incluida en los grupos de WhatsApp donde las maestras enviaban las actividades y ella podía ya tener una retroalimentación más directa. Pero al ver que en ocasiones se malinterpretaba el ejercicio, se le ocurrió enviar videos haciendo la actividad, para ello se apoya de sus nietas o el vecino para que todos entendieran el objetivo.
La maestra Vicky tiene 26 años trabajando como maestra titulada y 36 años desde que inició como maestra de natación, por lo que buscó la manera de impactar.
En el caso del CAM el video es más explicativo porque los papás o las mamás son quienes se encargan de ayudarlos debido a que no tienen mucho movimiento o tienen comprometido alguno de sus sentidos. A quienes tienen comprometida su actividad motriz le envían a sus padres un video en particular para que puedan tomarlo de una manera correcta, lo acuesten en alguna colchoneta y puedan jugar con él.
También manda audios para explicar cada detalle de la actividad, sobre todo por lo que quiere lograr en una actividad de supervivencia o resolución de problemas.
Vicky realiza la planeación completa escrita, con el aprendizaje esperado y sobre lo que está trabajando, cuáles son los ajustes que hará por alumno. “A veces los papás dicen: Para qué jugamos a esto..., por lo que ahora con esta pandemia se han dado cuenta que a través del juego se aprende y se reflexiona”.
En la educación regular ella da una calificación cuantitativa y en educación especial es cualitativa, con ello se basa en lo que puede mejorar.
Vicky afirma que lo importante es que al recibir la evidencia del trabajo de sus alumnos ella les reenvía un reforzador, un agradecimiento o una felicitación: “Me da gusto verte, lo hiciste muy bien o por qué pediste tanta ayuda si tú puedes hacerlo fácilmente”.
Hace videos y audios individuales de acuerdo a la necesidad de cada alumno. “Yo estoy contenta porque he tenido la oportunidad de estar en contacto con los papás de la escuela regular y con CAM ha sido impresionante ver cómo se desenvuelven en su hogar”.
La maestra Vicky confiesa que en ocasiones está viendo las evidencias y las lágrimas brotan o incluso grita de felicidad al verlos avanzar. “Me hace falta estar en contacto físico con ellos y ojalá pronto lo podamos hacer”.
Viendo lo positivo es que se le ha sacado jugo “Los papás nos han visto de una manera diferente porque tienen el concepto de que educación física es jugar, divertirse y pasársela padre, pero ahora los maestros, maestras y padres de familia se han dado cuenta de que hay un programa diseñado para que los niños y niñas reflexionen”.
Explicó que a través del juego se les explica que la vida es como un juego, donde a veces hay unas reglas y en ocasiones otras, sólo es cuestión de seguir las reglas y seguir divirtiéndose. Se les va abriendo la intención de mejorar y como ser reflexivos en el juego.
Incluso a través de la educación física se les enseña cómo vivir sus valores y la corporeidad, es decir, aceptar, amar, cuidar y controlar su cuerpo. “Ahora ya no nos ven como: ¡Ay la maestra y sus jueguitos! Los padres también se han dado cuenta cómo deben hacer a sus hijos más independientes o se dan cuenta de que sus hijos son capaces de hacer las cosas”.
La maestra Vicky ha aprendido que su trabajo es un servicio, “Me hace ser responsable y cuidadosa”.
Finalmente dijo que “Ser maestro de educación física es lo más maravilloso del mundo, si lo hacemos de corazón nos llena de satisfacción, nos divertimos horrores y lo más importante es que podemos guiar a los alumnos”.
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