El Centro Humanístico de Estudios Relacionados con la Orientación Sexual, hizo un llamado al gobierno municipal y estatal sobre lo que calificó como un discurso de odio de la regidora Catalina Bustillos Cárdenas, expresado en un video a través de su red social.
“Basta de minimizar el discurso de odio de esta funcionaria que ofendió a un grupo de ciudadanas y ciudadanos que tienen derechos y voz para no seguir siendo blanco de comentarios como el de ésta y varias personas del servicio público que deben de respetar los derechos humanos y apegarse a la legalidad mientras estén en su periodo de función.
Hacemos nuevamente un llamado a María Eugenia Campos, César Jáuregui, Javier Corral, al Congreso del Estado de Chihuahua, Cabildo de la ciudad de Chihuahua para que no se siga permitiendo que la voz de una regidora mal informada y atentando contra las personas chihuahuenses sea la voz de su gobierno”, manifestó Luis Mendoza, presidente de CHEROS, AC.
Luis Mendoza destacó que las aseveraciones que realizó la regidora Bustillos, han provocado la molestia de la comunidad LGBTQ, y que el derecho de la libre expresión tiene como límite el respeto a los derechos de otras personas, sobre todo al de igualdad y no discriminación; especialmente si quien lo expresa es servidor público.
“Es contradictorio el actuar de la Regidora Catalina Bustillos, pidiendo respeto y diálogo, cuando ella aprovecha cada momento para hacer comentarios con odio, con discriminación y alejados de cualquier fundamento verídico, estudios o fuentes científicas o psicológicas, promover desde sus redes sociales la controversia y pasando de ser la autoridad responsable objeto de las quejas y denuncias, a la víctima u ofendido”, dijo.
En ese sentido, sostuvo que el Centro no entabló una lucha personal contra Catalina Bustillos, sino contra una servidora pública del Ayuntamiento de Chihuahua, quien mediante una transmisión en vivo, atacó los derechos de personas LGBT, en el que faltó al artículo primero de la Constitución, por incitar a lo que llamó como odio, burla, rechazo y persecución.
“Proporciona información contraria a los estándares de Derechos Humanos, basada solo en convicciones personales sin sustento alguno, atenuando prejuicios y estereotipos que con llevan a la posterior materialización de actos, omisiones o prácticas sociales discriminatorias (ya lo dijo CONAPRED), faltando con todo lo anterior también al Código Municipal en su Artículo 57”, señaló.
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