Han pasado tres meses del homicidio de la familia Romero Armendáriz

A manos del enfermero Jorge Ceballos Almengor

José Ernesto Topete

  · domingo 30 de septiembre de 2018

Foto: Especial

Ayer se cumplieron tres meses del homicidio de cinco integrantes de la familia Romero Armendáriz a manos de Jorge Ceballos Almengor, enfermero del IMSS, y hasta el momento a dicha persona sólo se le ha dictado el auto de formal prisión por un caso distinto, y no por el múltiple crimen.

El viernes 29 de junio, justo dos días antes de las elecciones, acudió al domicilio ubicado con el número 9714 de la calle Universidad de Nayarit en la zona residencial Universidad, al norte de la ciudad, para dialogar con la familia, pues Ceballos les habría prometido todas las facilidades para conseguir un riñón para trasplante, sin imaginar que ello les costaría la vida.

Ceballos Almengor, enfermero de la Clínica 58 del IMSS, les ofreció el órgano para el padre de la familia quien sufría de insuficiencia renal y necesitaba realizarse diálisis para seguir viviendo.

La familia victimada estaba compuesta por la pareja que habitaba la vivienda, el padre y la madre de la mujer y una de sus hijas.

La familia que estaba reunida en la casa, eran: Daniel Gregorio Romero Vega y Rita Armendáriz Barraza; Ricardo Chávez Pérez y María Romero Armendáriz; así como Daniela Romero Armendáriz, en el domicilio marcado con el número 9714 de la calle Universidad de Nayarit en la zona residencial Universidad, al norte de la ciudad.

Ricardo Chávez Pérez y María Romero Armendáriz, él ingeniero civil y ella arquitecto, eran esposos y laboraban en una empresa constructora.

El sábado 30 de junio, cerca de las 8:00 de la mañana, Arturo Parra, esposo de Daniela Romero Armendáriz, fue quien encontró sin vida los cinco integrantes de esta familia.

SOLICITUD POR NECESIDAD

Para la familia Romero Armendáriz, el conseguir un riñón para el jefe de la familia no era una cuestión de tráfico de órganos como se dilucidó públicamente, era un esfuerzo por ayudar al señor quien desde hace años presentaba problemas con los riñones, pero al intentar salvar una vida murieron cinco de sus integrantes.

Para la familia era importante conseguir el riñón, pues mediante el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), era el trámite más largo para poder obtener el órgano y que el padre de familia fuera operado, pues sus posibilidades de continuar con vida eran escasas, ya que los dos riñones estaban a punto de fallar en su totalidad.

Al señor Daniel Gregorio Romero Vega se le practicaban procedimientos médicos para que continuara con un nivel de vida de mejor calidad.

Uno de los procedimientos era la diálisis, un tratamiento para ayudar a filtrar los desechos y los líquidos de la sangre para que las personas con falla de los riñones se sientan mejor y puedan llevar una vida normal.

Por ello fue que la familia, en la desesperación y obrando de buena fe, encontró en Jorge Ceballos, el empleado del IMSS, a la persona que podría ayudarles a solucionar el problema, pero en lugar de ello fueron estafados, pues sólo les pidió dinero, una cifra aproximada a los 500 mil pesos. Por esa cantidad les había prometido conseguir el riñón.

Jorge Ceballos, habilidoso para convencer a las personas, sólo engañó a la familia, y así durante mucho tiempo les mintió sobre la posibilidad de conseguir el riñón para al final, en lugar de cumplir, arrebatarles la vida en compañía de una segunda persona.

La familia fue victimada a balazos.

EL PROCESO

El 6 de julio de este año la Fiscalía General del Estado, mediante el Ministerio Público, presentó una acusación por homicidio en contra de Jorge Ceballos Almengor, enfermero del IMSS, Clínica 58, ubicada en el fraccionamiento Saucito, al norte de la ciudad.

La representación social acusó a Ceballos Almengor de los crímenes de Laura Soto López, Hazael Díaz y de los cinco integrantes de la familia asesinados a balazos la noche del viernes 29 de junio, a quienes ofreció la venta de un riñón en 500 mil pesos.

Luego de esa fecha, Ceballos Almengor se encuentra sujeto a proceso penal, tras dictársele el auto de formal prisión (vinculación a proceso) pero sólo por la muerte de la asistente de la Clínica 2 de Nombre de Dios, Laura Soto, y no por el crimen de la familia, de quienes sus deudos siguen exigiendo justicia, pues el temor principal es que Jorge Ceballos Almengor pueda burlar la acción de la justicia y no ser juzgado por ese quíntuple homicidio.