"Hay hijos huérfanos de padres vivos"

Descuidan el tiempo con los hijos por estar sumergidos en el mundo laboral

Adriana Saucedo

  · domingo 20 de enero de 2019

Pablo Rodríguez

Para el escritor y terapeuta Marco Antonio Loma Soriano, quien impartió un taller ayer en la Expo Católica, hay hijos huérfanos de padres vivos, lo que afecta de forma grave al círculo familiar, “pero la familia no es el problema, la familia es la solución”.

Loma Soriano mostró a los asistentes la problemática en la actualidad sobre el distanciamiento de la familia, el descuido de los hijos y la falta de reflexión.

Marco Antonio Loma es escritor y terapeuta, cuenta con una licenciatura en Filosofía, maestría en Ciencias de la familia, es también licenciado en Administración de empresas, y ha cursado diplomados sobre Técnicas y habilidades de comunicación, Teología del cuerpo, Tanatología e Intervención de parejas.

Explicó que la familia no es el problema, sino la solución. En una realidad en la que nos encontramos, en la que como sociedad el papel del papá es distinto y se encuentra la ausencia de la mamá, señaló a la reflexión de lo que significa la familia y la conclusión del actuar de la sociedad y como papás alrededor de las nuevas generaciones.

Asimismo, explicó que se vive una transformación dentro de la familia que va a la par con el avance del tiempo, con las tecnologías y con las nuevas formas de comunicación.

Señaló que cada padre vivo que deja huérfano a su hijo lo hace a través de una repetición de patrones adquiridos por sus propios padres, sumergidos en el mundo laboral, en los problemas económicos, en el entorno social, a tal grado que se descuida el tiempo con los hijos.

“Las acciones de los papás dejan huellas que son difíciles de sanar, pero cuando uno es responsable de su propia vida no puede culpar a los demás. Si no se es consciente de la historia propia se corre el riesgo de repetir patrones en los hijos y por parte de los hijos. Hoy en día se vive en una transformación cultural, se comparan generaciones, se desconoce cómo afrontar cambios sociales y vivimos entre las epidemias del milenio como la depresión, alcoholismo, anorexia, suicidio”, indicó.

Para revertir la situación, señaló que es necesario un límite de contacto con la tecnología por parte de toda la familia, lo que generará un cambio familiar en la rutina que logrará acerca a los integrantes entre ellos. Asimismo, indicó a la rectificación y redención ante los errores para llegar al camino indicado.