A un total de 150 usuarios del Jardín del Abuelo, ahora llamado Comunidad de Mayores Machí, les fue impedido realizar distintas actividades físicas luego de que se les negara el espacio en el Discóbolo por parte de la directora de Machí, Aracely Chávez, poniendo en riesgo la salud de los usuarios que en su mayoría acuden por orden médica.
La problemática comenzó, de acuerdo con los afectados, cuando en el mes de noviembre de 2018 a la maestra conocida como Mabel le fue informado que ya no renovarían su contrato bajo la premisa de que el lugar no contaba con presupuesto suficiente para su pago, por lo que los usuarios optaron por pedir que se le prestara el espacio otorgándole de su bolsa una remuneración por sus servicios como cuota voluntaria, al ser una maestra que ya conocía las necesidades del grupo.
A dicho acuerdo se llegó con los administrativos antes de finalizar el 2018, sin embargo, el pasado lunes 7 de enero, al regresar del periodo vacacional, les fue informado que el espacio dentro de Machí no le sería prestado a la maestra Mabel, bajo el argumento de que al no ser parte de la nómina no podía ingresar a las instalaciones. En el mismo momento se informó que el maestro de la tarde ya no laboraría en el lugar, por motivos de movilidad sería trasladado a otro centro recreativo para adultos mayores, dejando así al grupo del turno vespertino sin clases ni actividades, sumando más de 150 los afectados.
Durante la reunión mencionada anteriormente los afectados denuncian y evidencian por medio de videos los malos tratos a los que fueron sometidos por parte de una administrativa que responde al nombre de Rosario, quien les explicó que por no pagar una mensualidad, y ser un lugar gratuito, no contaban con derechos de abogar contra las decisiones de la dirección, además les indicó que las clases seguirían por medio de otros instructores que estarían acomodados para el próximo lunes 14 de enero, movimientos que los afectados llamaron “incongruentes” e “irresponsables”, pues en un inicio se anunció que no se contaba con presupuesto para pagar a los maestros.
Asimismo, indicaron que la directora de Machí, Aracely Chávez, se comporta de manera inapropiada con los usuarios al tratarlos de manera “poco amable”, “grosera” e incluso “burlándose” de las personas de la tercera edad. “Es incongruente que a sabiendas de que muchos venimos a las actividades por orden médica nos quiten la oportunidad de ejercitarnos por una semana, todo por la mala organización de la directora y todavía se ríe en nuestra cara cuando le pedimos que nos deje tomar la clase”, indicó una de las afectadas.
Luego de una larga reunión, se acordó entre los involucrados que podían utilizar un área en las instalaciones del Discóbolo de la Ciudad Deportiva, por lo que este martes 8 de enero el grupo matutino acudió al lugar con la esperanza de tomar su clase de pilates, sin embargo, Chávez intervino en compañía de un abogado de Grupos Vulnerables, de acuerdo con los afectados, informándoles que el área no estaba disponible por cuestión de agenda.
Al ir a revisar el área se percataron de que se encontraba vacía, por lo que acudieron a las oficinas del Instituto Chihuahuense del Deporte, donde les explicaron que contarían con el apoyo para que pudieran tomar sus clases en el área, sin embargo, la disponibilidad debía ser revisada y los permisos elaborados, por lo que la respuesta la darán el próximo viernes 18 de enero.
Los afectados exigen que se respeten sus derechos de adultos mayores y como grupo vulnerable, pues la mayoría de los asistentes necesitan practicar actividades como pilates, danza latina y circuito de ejercicio para mantener en buen estado su salud. Asimismo, denuncian la necesidad de la apertura al diálogo de forma respetable hacia su persona con las autoridades de gobierno y de la Secretaría de Desarrollo Social por los malos tratos de los que han sido víctimas por parte de los administrativos de Machí.
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