“La demanda de gas es cubierta en un 90% por importación de Estados Unidos, lo cual se hace a través de gasoductos, ya que sería más costoso traerla de países como Bolivia, en barcos, aunado a esto la distribución de gas sigue concentrada en unos cuantos, lo que ha ocasionado que el precio sí suba, pero no baje”, explicó el economista Pedro Ávila.
“¿Por qué no baja también el precio del gas?, el escenario también es complejo, pero distinto, esto debido principalmente a nuestra muy alta dependencia hacia el gas que principalmente se exporta de Texas”.
Es por ello que la disminución de este energético no se ha visto tan pronunciada como lo es el costo de la gasolina, el cual ha llegado a descender por debajo de los 14.00 pesos el litro, en algunas despachadoras de Chihuahua.
“Por otra parte, y muy importante, en lo últimos años la distribución de gasolina al público consumidor se ha diversificado; pero, en sentido contrario, el surtido del gas al público sigue concentrado en unos cuantos distribuidores. El precio puede subir, pero no bajar, hay un control de precios”.
A lo cual señala que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Profeco deben regular el precio de este energético en favor de los consumidores, sobre toro ahora en tiempos difíciles. Aunado a esto, puntualiza que uno de los principales factores del costo es la transportación del mismo.
“En la administración federal anterior se acordó con las compañías extranjeras la construcción de gasoductos que permitieran un transporte más eficiente y económico del gas, pasando el tendido de algunos de ellos por el estado de Chihuahua para surtir a la Comisión Federal de Electricidad y empresas”.
Esto haría que el costo no se viera afectado, en contraste a la afectación que tendría el comprarlo a países como Bolivia o Venezuela, desde donde se tendría que transportar con el uso de barcos especiales.
“Al igual que en la gasolina, la producción de gas natural en Pemex ha ido declinando paulatinamente, ya que a pesar de que la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos (Pemex), tienen la expectativa de que crezca de 3.5 a 4.9 mil millones de pies cúbicos diarios, la demanda es mayor”.
El economista explicó en ese aspecto que en un lapso de 4 años la demanda ha ido en crecimiento, lo que se traduce en un déficit muy importante, ya que la demanda puede alcanzar para el 2024 los 8,500 millones de pies cúbicos.
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