La historia de Juan es como la de miles de medianos productores que vieron mermada su producción en el estado, debido a la falta de estímulos federales y las lluvias a destiempo, “el rancho está muerto no tiene vida, no hay recursos”, dice entre lágrimas el productor de El Charco.
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Juan recibía hasta antes de culminar el sexenio anterior, el apoyo financiero de Procampo, apoyo para comprar diésel, fertilizantes y semillas, sin embargo con el recorte pudo sembrar menos del 50 por ciento de sus tierras y muy poco producto se logró.
“Estamos esperando ayuda porque, está todo mal, de vacas se me han muerto muchas y a mis conocidos”.
“Antes había frijol, que es lo que yo siembro”, para vender a comercios, para regalar a la familia un costalito por aquí otro por allá, ahora no voy a tener ganancias, si mucho voy a recoger pocos kilos”, señala.
Hasta mediados de octubre había entregado apenas 35 millones de pesos por parte de la Federación tan sólo en apoyo de los productores ganaderos y no agrícolas, pese a que se reportaron daños en 70 mil hectáreas de cultivo en la entidad, cantidad insuficiente para el agro chihuahuense.
Otros productores estatales manifestaron estar sufriendo con las nuevas políticas del campo, aún más por el hecho de los créditos con los que se han comprometido y la mayoría de sus compradores tardan de dos a tres meses para liquidarles. “Estamos muy abandonados, nos tienen hechos garras”.
El dirigente de la Unión Campesina Democrática, Emiliano García, había declarado que los apoyos económicos que se entregan actualmente a los campesinos no satisfacen las necesidades apremiantes y condenan a los productores a ya no sembrar, pues ya no les será redituable.
Asimismo un gran golpe ha representado para los agricultores y productores de Chihuahua el desplome de la entrega de pagos de seguros catastróficos de un año a otro al pasar de 1,500 pesos a 100 pesos por hectárea.
Como se ha informado, a nivel país la movilización de los patrones de lluvia tienen en crisis a los productores de temporal, pues los consumidores en todo el país también han visto precios históricos en el maíz y en el frijol.
El chile jalapeño de Chihuahua a principios de año se vendió hasta 170 pesos el kilo en estados sureños, en tanto que los productores locales ven un gran riesgo de que se presente escasez o alzas en precios de sandía, nuez y melón debido al impacto de las lluvias recientes, consideradas tardías.
En menor medida de riesgo se encuentra el chile seco, cacahuate calabacita, calabaza, repollo brócoli, cilantro y espinacas, que pueden sembrarse en noviembre y diciembre.
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