El día de hoy hablaremos exclusivamente del caso del niño Rafita, menor de edad que fue secuestrado, golpeado y abusado sexualmente, el 8 de septiembre del año 2016 por dos hombres en la colonia Jardines de Oriente.
Importante mencionar que existió un tercer involucrado en la agresión del niño de 11 añitos, y no se trata de su padrastro, tal y como se pensó en aquel entonces. Nos referimos al cobarde que se suicidó al enterarse que Rafita había despertado, tras 15 días de coma en el hospital.
En aquel entonces, el pequeño fue localizado en estado de salud crítico el 11 de septiembre en un terreno baldío de la colonia Jardines de Oriente. Es decir, transcurrieron tres días luego de que lo secuestraron y lo dejaron a su suerte, al pensar que ya lo habían matado, sin embargo, Rafita fue trasladado del terreno baldío al hospital infantil, sitio en el que se debatió entre la vida y la muerte por más de dos semanas.
Según las indagatorias, en octubre del año 2016, agentes investigadores ya habían localizado al principal agresor de Rafita, quien se privó de la vida para evadir la justicia. Y hasta el momento, la Fiscalía General del Estado sigue reservando el nombre de este tercer involucrado.
Debido al grave estado de salud de Rafita, el caso estuvo impune casi dos años, ya que no estaba en condiciones para declarar, ni físicas y tampoco psicológicas. Fue así que los otros dos presuntos atacantes pisaron la cárcel hasta el 20 de febrero del año pasado.
La vida de Rafita cambió radicalmente aquel 8 de septiembre cuando salió de su casa con el objetivo de ganar unas monedas limpiando la casa de un vecino, pero en ese periodo de tiempo los sujetos se aprovecharon de su inocencia y vulnerabilidad.
Se supone que, por los delitos de violación agravada, secuestro agravado y homicidio calificado en grado de tentativa, ambos detenidos iban a alcanzar una pena de 120 años de prisión.
Sin embargo, la semana pasada se determinó que a criterio de los juzgadores, no se encontraron pruebas suficientes que sustentaran cuál fue su participación individual en los hechos, cosa que no pudo acreditar el Ministerio Público.
Como este caso hay cientos o quizá miles en todo México, en los que los agentes investigadores realizan detenciones de grupos, pero al no especificar la participación de cada uno de los detenidos, ya sean ladrones, homicidas, violadores, depravados, extorsionadores, estos obtienen su libertad. ¿Por qué? Porque el Ministerio Público no deja clara su participación en los delitos desde un principio.
Es así como un tribunal oral dejó absueltos a Andrés y Adrián, quienes el 8 de septiembre del 2016 secuestraron, golpearon y abusaron sexualmente de Rafita, un niño de apenas 11 años de edad.
Mañana martes se conocerá el fallo que dará libertad a los presuntos agresores. Sobre este triste caso nos interesa su opinión, leemos con gusto todos sus comentarios.
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