En el país hay instituciones que son intocables para la estabilidad democrática como son el Instituto Nacional Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Banco de México. “Yo no escribo si el aeropuerto (NAIM) está bien o mal, pero sí escribiré en caso de que se toquen a estas instituciones”, sentenció el historiador Enrique Krauze al participar en el fórum Diálogos por la Democracia, organizado por El Heraldo de Chihuahua en el Paraninfo Universitario.
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Durante la conferencia magistral destacó que la democracia no la entiende sin libertad y sin contrapesos, por lo que considera que en Chihuahua se gesta la democracia moderna, al recordar que en los años 70 no era un tema de discusión, había un partido todo poderoso, al igual que el Gobierno, y la izquierda no pintaba.
No obstante, comentó que a principios de los años 80 empezó a estar en la agenda, en artículos y ensayos políticos donde proponía contar los votos, que hubiera auténtica división de poderes y prensa libre. Eso lo llevó a viajar a Chihuahua, donde conoció a Luis Héctor Álvarez, entre otros varios actores religiosos, políticos y culturales, cuyo bagaje le permitió realizar el ensayo “Chihuahua vida y política”, donde proponía que algo importante pasaría en el estado: si no había fraude electoral, iba a ganar, por primera vez en la historia del sistema político mexicano, el partido opositor.
“Creo que Chihuahua es la cuna de la democracia moderna”, dijo el escritor, al resaltar que nunca ha sido buena su relación con el poder. “Nunca han sido buenas las relaciones con los gobiernos, más distancia, menos distancia, pero siempre crítica del poder, llámese como se llame”.
Señaló que tras sus artículos recibió llamadas de la Presidencia de la República en las cuales le decían que su propuesta era absurda e imposible, era un romanticismo. El Gobierno no permitió que se concretara, el fraude fue muy evidente, al grado que logró que 20 intelectuales, entre escritores y artistas, a través de una carta pidieran la anulación de las elecciones en Chihuahua. La acción le dio la vuelta al mundo y por fin México estaba en el foco internacional por la defensa de la democracia.
Relató que entonces los citó un alto funcionario de Gobierno, Manuel Bartlett Díaz, hoy director de la Comisión Federal de Electricidad, estando en un restaurante les advirtió que nunca se iban a reconocer los resultados en Chihuahua. No le vamos a dar el poder a los empresarios, Estados Unidos ni a la iglesia, pues a pesar de que era un fraude, se trataba de la Patria”.
El expositor señaló que la democracia en México dio un paso adelante cuando en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas ganó la jefatura de Gobierno y el Partido Revolucionario Institucional perdió la mayoría en la Cámara de Diputados.
Todo ello se logró gracias al Instituto Nacional Electoral, donde ciudadanos se encargaron de contar los votos y se dejaron atrás las prácticas de bala y sangre en las casillas de votación, y donde las elecciones se manejaban en la Secretaría de Gobernación.
Aunque el INE es imperfecto, como historiador dijo haber documentado épocas en las que las elecciones eran un tema salvaje, por lo que se pronunció por un órgano autónomo y bien financiado que siga velando por la democracia.
El escritor se pronunció por aprender de lo ocurrido en el siglo XX, que fue atroz por la concentración de poder. “Sólo levanto la voz para lograr la conciliación devolvámosle la transparencia a las palabras, no empleemos los adjetivos con tanta facilidad y tendamos un puente de diálogo con quienes pensamos distinto”.
Enrique Krauze Kleinbort, nacido en la Ciudad de México el 16 de septiembre de 1947, es un reconocido historiador y escritor, quien actualmente es el director de la revista Letras Libres y de la Editorial Clío.
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