Francisco González, estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Chihuahua y quien mantiene una estancia en China, mostró su preocupación al no poder salir del país asiático debido a un contratiempo con su pasaporte.
El estudiante declaró para El Heraldo de Chihuahua que las embajadas están haciendo poco o nada por los mexicanos que se encuentran varados en China y que desean regresar a sus estados de origen, o bien trasladarse a otro país con menos riesgos de contagios.
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“Sí quiero regresar, pero estoy atrapado, no puedo moverme, las embajadas no trabajan y mi pasaporte está en la embajada de Tailandia por un viaje que tenía contemplado realizar desde hace tiempo”.
El estudiante de Relaciones Internacionales manifestó que la situación en China es tensa y preocupante, además de que cada vez más las ciudades se muestran vacías, pese a ser el comienzo del año nuevo.
Francisco González se encuentra en la ciudad de Beijing y anteriormente manifestó que podría tratar de viajar a Rusia siendo uno de los países más cercanos para alojarse y evitar estar expuesto a las zonas de contagio.
Recordó que para conseguir alimentos es cada vez más difícil debido a que la mayoría de los negocios pequeños se encuentran cerrados y en los únicos lugares donde pueden comprar es en centros comerciales grandes donde corren el riesgo de contagios por la multitud de personas.
Lo importante es estar bien de salud y esperamos regresar pronto: Rey Morales
Cuauhtémoc, Chih.- Desde el 7 de enero, Reydesel Morales, está en Wuhan, China, atrapado por la cuarentena por coronavirus, que ha motivado la declaratoria de emergencia mundial por parte de la Organización Mundial de la Salud. Su trabajo como ingeniero especializado, lo llevó hasta el otro lado del mundo y aunque las horas transcurren lento, confía en que pronto podrá ver a su familia en La Junta, municipio de Guerrero.
Él y su compañero de trabajo, Martín Gutiérrez Nabor, viajaron para atender asuntos de la empresa en la cual laboran, dedicada a la producción de cigüeñales, hasta aquel país, sin poder predecir lo que vivirían.
“A mí me tocó venir aquí el 7 de enero a un proyecto, ya estoy desde ese día y hasta la fecha”, expresa el joven de 28 años, quien destacó que de manera constante la Embajada y el Consulado tiene contacto con ellos para saber si están bien de salud y si tienen suficientes víveres.
Por ahora, les han requerido fotografía de la visa china, así como del pasaporte, con el objetivo de que una vez que transcurra la cuarentena puedan salir de la ciudad, pues por ahora es un cerco sanitario y no es posible traerlos de vuelta.
Rey y Martín están en la provincia de Wuhan, donde surgió el primer brote de coronavirus y literalmente está sitiada, nadie sale del lugar hasta lograr controlar la enfermedad que ha dejado más de mil fallecidos en aquel país.
Sin saber que serían de importancia vital, Rey antes de viajar empacó comida, latas de atún, sopas, frijoles, ya que le habían comentado sus compañeros de trabajo que el alojamiento que tendría en Wuhan sería en un aparta-hotel, el cual tiene refrigerador y cocina, donde puede preparar su comida sin necesidad de salir, lo cual ha sido de mucha ayuda.
“Me lo traje sin saber qué iba a pasar”, expresa Rey, quien destaca que por ahora no han tenido necesidad de buscar alimentos en el exterior, aunque desconoce hasta cuándo estarán atrapados en la ciudad china.
El mensaje para su familia es: “Estén tranquilos, estoy bien. Estoy muy agradecido porque aparte de mi familia hay mucha gente que está al pendiente de nosotros y se siente muy bonito recibir mensajes de apoyo de otras personas”, refiere Rey.
Su trabajo lo ha llevado por muchas partes del mundo, viaja constantemente, desde luego este cerco sanitario fue algo inesperado, pero comenta que “nunca sabemos qué va a pasar, en cada viaje, no se puede predecir, igual pudo haber pasado un terremoto y es algo que no se puede prevenir”.
Su compañero, Martín, expresó que su padre les dijo que buscan ayuda de otros gobiernos, para ver si es posible que los regresen junto con otros extranjeros que también han quedado atrapados en aquella ciudad, aunque a veces llega la desesperación, “nos animamos mutuamente”, pero sin duda es una situación tensa.
Es madrugada en Wuhan, Rey debe mantener la calma y seguir en espera de un aviso que les notifique que por fin pueden salir de la ciudad y regresar a su país, a su ciudad, donde toda una comunidad se ha unido en oración por su salud y pronto retorno.