En el fraccionamiento de Pensiones Civiles del Estado se volvieron a registrar invasiones en por lo menos diez viviendas esta semana, luego de que agentes de la Comisión Estatal de Seguridad abandonaran la vigilancia que habían establecido desde febrero.
Habitantes aseguraron que desde el lunes por la noche iniciaron a ver movilización como de mudanza en algunas de las casas de la calle Sustentabilidad y el jueves en la madrugada observaron cómo ingresaron camionetas con muebles, lo cual consideran un peligro para la seguridad vecinal.
Afirmaron que las personas que se han vuelto a apoderar de las casas también se encuentran robando el suministro de energía directamente de los postes y tienen temor a que ello les eleve los recibos de la CFE en sus domicilios
Según lo expuesto por integrantes del comité de vecinos, las familias buscan tomar medidas más drásticas e incluso colocar barricadas para evitar el acceso, pues hay puntos ciegos que estarían usando para ingresar.
El 7 de febrero del año en curso, Alberto Herrera González, director de Pensiones Civiles del Estado, había dicho que en abril habría luz verde para que las casas del fraccionamiento de Pensiones fueran vendidas con el objetivo de recuperar “el dinero parado” en dichas obras que, recalcó, hace mucha falta para medicinas e insumos, sin embargo, el plazo se venció hace casi dos meses.
Explicó que la dependencia contrató peritos valuadores para que informen el valor de las casas que ya están terminadas, las cuales quedaron a media construcción, y el costo de inversión que se requiere para entregar las que están sin daños.
La venta estará abierta para funcionarios estatales, policías, personal de Pensiones y público en general, dijo en su momento.
La invasión de propiedades comenzó desde los últimos días de diciembre del año pasado, cuando seudolíderes se acercaron con personas necesitadas con el argumento de que las casas estaban solas y se podían habitar, fue el pasado 25 de enero cuando autoridades desarrollaron un megaoperativo de desalojo, pero ha sido necesario el uso de la fuerza pública en por lo menos dos ocasiones para desalojar a las personas.
La señora Mary, que ha intentado hacerse de una casa desde el mes de enero, dijo que quienes se instalan ahí no pretenden que les den la casa gratis, pues tienen la disposición de comprarla a precios justos y en pagos.
Las casas de Pensiones fueron un boom en su momento, pues fueron construidas con materiales ecológicos, sin embargo, ni siquiera se vendieron la mitad de las casas: el principal problema era el precio, las casas que no rebasaban los 350 mil pesos se iban a más de un millón de pesos, con financiamiento.
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