Las murallas a derribar son que Dios libere de la pandemia; que se destierre la cultura de la muerte, que se hace presente con las personas muertas y desaparecidas, además de mujeres y niños violentados; y para que termine la sequía y llegue el don de la lluvia, y gobernantes justos que vean por los más pobres surgidos en las próximas elecciones.
La Arquidiócesis de Chihuahua realizará el Sitio de Jericó, en el que en cada parroquia, de acuerdo a su agenda, las capacidades y posibilidades de sus feligreses, asumirán las acciones de la eucaristía, adoración, rezo del santo Rosario, reconciliación y procesión. Las actividades iniciarán el domingo 23 de mayo, con la celebración de la misa presidida por el arzobispo Constancio Miranda Weckmann en la Catedral metropolitana de Chihuahua.
Así mismo, la realizará cada párroco en el templo parroquial; además, se harán celebraciones de lunes a viernes en su horario regular, y se ofrecerán a la intención del Sitio de Jericó.
El Sitio de Jericó recuerda el pasaje bíblico, en el que se derrumbaron las murallas, y en la actualidad, es una experiencia de adoración, oración y encuentro personal con Dios a través de la adoración del Santísimo Sacramento, celebración de la eucaristía diaria, rezo del Santo Rosario y la procesión como expresión de fe. Tiene una duración de siete días, en los que se consideran los aforos permitidos por la semaforización que esté vigente para alabar, bendecir, dar gracias y pedir a Dios por las necesidades inmediatas de Chihuahua y México.
La experiencia tiene cuatro objetivos o murallas que se busca sean derrumbadas en la sociedad chihuahuense como orar por las próximas elecciones para que surjan gobernantes que trabajen por el bien de las ciudades y pueblos de Chihuahua, preocupados por los más pobres; que Dios libere de la pandemia; que se destierre la cultura de la muerte, que se hace presente con las personas muertas y desaparecidas, además de mujeres y niños violentados; y para que termine la sequía y llegue el don de la lluvia.
El Sitio de Jericó busca mantener el estado de gracia, por lo que invita a los participantes a asistir a misa diaria y comulgar, practicar el ayuno al menos una vez durante el Sitio de Jericó, hacer una visita al Santísimo Sacramento, y rezar las oraciones asignadas del Sitio de Jericó durante los siete días. La Arquidiócesis señaló que quien no pueda hacer Sitio de Jericó por alguna enfermedad, no poderse confesar, falta de tiempo, entre otras causas, puede unirse ofreciendo misas, comuniones, rosarios y oraciones, visitas al Santísimo, ayunos y sacrificios, de acuerdo a sus posibilidades.
A la Diócesis de Chihuahua y de la Tarahumara corresponde la semana del 23 al 29 de mayo; pero inició en la Diócesis de Juárez del 9 al 15 de mayo; actualmente se desarrolla en la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, del 16 al 22 de mayo; y concluirá en las diócesis de Parral y Cuauhtémoc-Madera del 30 de mayo al 5 de junio.
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