Las denominadas “turboglorietas” que construyó el Municipio de Chihuahua hace dos años tuvieron un costo de 14 millones 368 mil 113 pesos cada una de las tres que se elaboraron para mejorar el flujo vehicular en ciertas zonas de la ciudad, a pesar de que en 2018 fueron licitadas en el contrato de obra No 11/2018, por 8 millones 127 mil pesos por proyecto.
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Según los contratos, estas polémicas “turboglorietas” tendrían un costo inicial de 24 millones 381 mil 295 pesos y se quedó a cargo de la Constructora Figosa S.A. de C.V. en el año 2018, sin embargo, al terminar el proyecto el presupuesto se incrementó hasta llegar a los 43 millones 166 mil 279 pesos, es decir 77% más de lo acordado.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) inició la revisión de este proyecto según el oficio DS/0612/2020, por irregularidades en la aplicación del recurso federal por un monto de 18 millones 785 mil pesos, que fueron tomados del denominado Fondo Minero, mientras que el resto del recurso (24.3mdp) fue tomado del Ayuntamiento.
Del 12 de noviembre de 2018 al 15 de diciembre de 2019 el Municipio de Chihuahua realizó el pago de tres anticipos y por lo menos 28 pagos más que sumaron un total de 43 millones 104 mil 339 pesos, monto que superó lo acordado en un 77%, que es considerado un manejo irregular del presupuesto.
En la revisión AO-001-2019 de fecha 20 de noviembre de 2019, se desprende que se detectaron observaciones en el egreso correspondiente por la cantidad de 18 millones 785 mil pesos, por el convenio de obra pública 118/2018, excedente que fue catalogado como “no debidamente justificado”.
Estas obras fueron detectadas por la Sindicatura de Chihuahua, donde el pasado 8 de octubre solicitó un dictamen técnico para que sustentara las modificaciones al monto de la obra, y la documentación que acredite que se haya revisado los indirectos y el financiamiento. Pero en octubre 15 recibieron la respuesta donde Obras Públicas dijo que la Sindicatura es improcedente para hacer señalamientos.
Para la Sindicatura, el proyecto de las turboglorietas se hizo de forma irregular, toda vez que la Dirección de Obras Públicas no elaboró dictamen técnico, no informaron al Órgano Interno de Control, no se previnieron los gastos indirectos y el financiamiento, entre otras cuestiones más que hicieron elevar el costo en un año.
Ante la notificación de las observaciones, el Ayuntamiento contestó que la Sindicatura no es competente para realizar la revisión del recurso federal, se explica que parte de los 43 millones que se usaron para las turboglorietas (25 mdp) fueron destinados del Municipio, por lo cual tienen la facultad de velar por esa cantidad, mientras que la ASF revisa 18 mdp que se usaron para el proyecto.
“La Sindicatura no cuenta con impedimento alguno para realizar la revisión, en virtud de que tiene a su cargo la vigilancia del patrimonio municipal de conformidad con lo dispuesto por el Código Municipal y para reforzar el proceso de fiscalización, se dará vista a la Auditoría Superior de la Federación”, refiere el documento.
El auditor David Rogelio Colmenares fue quien recibió la denuncia, la cual permanecerá hasta que emita el acuerdo o acciones que conforme a sus atribuciones con respecto a los señalado por la Sindicatura.
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