Disminución del 74 por ciento en el precio por kilogramo de chile de árbol afecta a más de 100 productores de Jiménez, Coronado y López. El Jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del distrito Río Florido, comentó que durante el año pasado el costo por kilogramo fue de 115 pesos, que al presente año se redujo a 30 pesos, por lo que consideró que esta actividad, durante este periodo, no fue redituable para quienes se dedican a esta actividad. Debido a la reducción en el número de hectáreas sembradas por la sequía, se dejarán de recibir al menos 120 millones de pesos.
Por lo anterior el jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del distrito Jiménez, Roberto Baca Perea comentó que los productores de chile están resintiendo las afectaciones de la sequía, que generaron bajas en la producción.
Indicó que son alrededor de 115 productores de chile de árbol que se encuentran en los municipios de Jiménez, López y Coronado y que han sido uno de los sectores más afectados por la sequía.
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“Aunque ahorita todavía no se termina de cosechar, ya que el chile de árbol es seco, se sembró mucho, pero la producción fue muy poca por lo que la actividad no fue redituable para los productores este año”, dijo.
El entrevistado argumentó que normalmente se sembraban de 450 a 500 hectáreas, que en este año pasaron a 700 hectáreas, sembrándose más de lo habitual.
Manifestó que este año debido a la sequía el precio por kilogramo disminuyó un 74 por ciento, ya que pasó de 115 pesos que se ofertó en 2022 a solo 30 pesos para el presente año, lo que consideró una situación crítica para los productores.
Detalló que ante esa disminución por las 700 hectáreas que se sembraron, se recibirán solo 21 millones de los 140 millones que se pretendía obtener de la cosecha, esto a causa de la sequía que azotó a la entidad.
“Los afectados son productores que a menudo siembran chile jalapeño y que este año se aventuraron a sembrar chile de árbol porque la cosecha pasada tenía mucho valor, era un solo corte, pero muy bien pagado a 115 pesos, ahora pensaron que sería lo mismo y no fue así”, refirió.
Destacó que para el caso del chile jalapeño es más complejo su cultivo, pues en temporadas de lluvias requieren de mayor cuidado y tiene más riesgo de no poderse cosechar, como pasó en estos pasados días cuando una tormenta cayó sobre el municipio de Coronado dejando daños en hasta 20 hectáreas.
Para este ciclo agrícola los productores analizaron dejar de sembrar cebolla y apostarle a la siembra del chile árbol dadas las condiciones de las tierras y del clima, donde se destaca que, en el caso de los ingresos de la cebolla, se tuvo una disminución de hasta 37 por ciento, lo que es equivalente a más de 100 millones de pesos.
Lo anterior, en consideración a que una hectárea de cebolla genera un total de 80 toneladas, y tomando como dato las 550 hectáreas del 2022, el total de ingresos en aproximación al año pasado por concepto de la siembra de cebolla fue de 44 mil toneladas de cebolla, equivalentes 308 mil pesos.
En comparación con este 2023 que la siembra ha dado hasta la fecha un total de 350 hectáreas, es decir, 28 mil toneladas de cebolla, lo que en pesos se refleja en 196 mil pesos como ingresos.
Esto es debido a las decisiones tomadas por los productores, ya que según explicó el ingeniero, Roberto Baca Ornelas, titular de esta Secretaría, se apostó a la siembra del chile árbol por su facilidad para la cultivación y la cosecha, destacándose que la tonelada del chile durante el año pasado rondaba los 115 mil pesos.
El entrevistado finalizó diciendo que para este año se esperaba que el costo por tonelada aumentara, dejando así entonces el kilo entre 80 y 100 pesos, lo cual no se logró debido a las condiciones climatológicas.
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“En enero y febrero la situación va a estar muy difícil para las personas, los productores de Villa López, El Cairo, El Porvenir y Salaices tramitaron créditos para poder sembrar, pero como no hubo producción se quedarán con la deuda porque no tienen con qué pagar”, dijo.
El entrevistado argumentó que algunos cultivos para el próximo año disminuirán en comparación a este 2023, tal es el caso de la cebolla que este año se sembraron 340 hectáreas, que bajará a 200 hectáreas, y triticale se quedará en 400 hectáreas.
Indicó que en el caso de la avena forrajera este año se sembraron mil 680 hectáreas cifra que para el 2024 disminuirá a mil 600; el cultivo de praderas pasará de 250 hectáreas a 100 hectáreas.
Asimismo, los cultivos de primavera-verano como la nuez pasarán de 15 mil hectáreas sembradas a 10 mil para este próximo 2024, lo cual calificó como una situación crítica para este sector, uno de los más importantes para el distrito.
Publicada originalmente en El Sol de Parral