Se perderían el 60 por ciento de los empleos anuales del sector del campo, la sequía proyectada para el año 2024 podría desencadenar una crisis laboral en el distrito de Jiménez, donde se cultivan nueve productos esenciales. Según expertos, esta situación podría resultar en la pérdida de hasta 140 mil empleos durante todo el año, lo que representa el 60 por ciento del total de empleos agrícolas que se generan anualmente en la región. La derrama económica por salarios al año es de 58.5 millones de pesos pudiera pasar a solo 23.4 millones, tomando en cuenta que cada trabajador gana 250 pesos diarios.
Roberto Baca Perea, jefe de la Sader en el Distrito de Jiménez, advierte que en promedio, se generan nueve empleos por cada hectárea cultivada en la zona, con aproximadamente 26 mil unidades destinadas a la alfalfa, avena forrajera, cebolla, chile verde, frijol, maíz forrajero, melón, nuez, sorgo forrajero.
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Sin embargo, Arturo Rentería Duarte, líder de Agrodinámica Nacional en el sur de Chihuahua, alerta sobre la posibilidad de perder hasta el 60 por ciento de estos empleos debido a la sequía prevista para 2024.
En Jiménez sembraron 15 mil hectáreas con una plantilla de nueve jornaleros por hectárea, lo que sugiere una necesidad de 135 mil trabajadores para respaldar la siembra, lo que lo convertiría en el municipio con más afectación.
Por su parte, en el municipio de Coronado se asignan 4 mil hectáreas, lo que implica a 36 mil trabajadores. En Villa López se cultivaron 7 mil hectáreas, por lo tanto, se requieren aproximadamente 63 mil trabajadores.
Señaló que la sequía prevista para 2024 en el estado de Chihuahua no solo plantea amenazas para la producción agrícola y el empleo, sino que también tiene un impacto económico significativo en la región.
Un análisis de la situación realizado por expertos en agricultura como Rentería Duarte, líder de Agrodinámica, revela que la sequía podría reducir drásticamente la derrama económica por salarios en la agricultura.
Según las estimaciones de Rentería, la derrama económica anual por salarios en el sector agrícola de Chihuahua asciende actualmente a 58.5 millones de pesos. Sin embargo, debido a la posible pérdida de empleos a raíz de la sequía, esta cifra podría disminuir considerablemente, alcanzando solo 23.4 millones de pesos.
El análisis se basa en el supuesto de que cada trabajador agrícola gana un salario diario de 250 pesos. Teniendo en cuenta la posible disminución en la cantidad de trabajadores empleados en la agricultura debido a la sequía, la derrama económica por salarios se vería afectada de manera significativa.
Esta reducción en la derrama salarial podría tener un efecto dominó en la economía local, ya que los trabajadores agrícolas y sus familias dependen en gran medida de estos ingresos para su sustento. La disminución de los salarios podría resultar en dificultades financieras para muchas personas en la región y podría dar lugar a una mayor inseguridad económica y social.
Rentería Duarte expresó su preocupación sobre los desafíos que enfrenta la agricultura en esta área debido a la sequía proyectada para 2024. Como un experto en la agricultura local brindó su visión de los posibles problemas y las soluciones necesarias.
Por tal motivo, instó a los diputados federales a considerar una reprogramación del presupuesto para el sector agrícola de Chihuahua, de manera que refleje la realidad y las necesidades actuales, estimando que se necesitarían alrededor de 4 mil millones de pesos para invertir en la agricultura del estado.
Sugiere la implementación de un programa amplio que aborde la posible crisis alimentaria que podría surgir, especialmente en las áreas rurales, incluyendo medidas para preservar y mejorar la producción de alimentos.
El líder de Agrodinámica subrayó la importancia de la acción conjunta de legisladores y autoridades locales para abordar estas cuestiones críticas. Además, proporciona cifras aproximadas de empleos en el cultivo de maíz y frijol, enfatizando que la situación requiere una respuesta urgente para evitar una disminución significativa en la producción agrícola y el empleo en la región.
Manifestó que la falta de lluvias y la sequía podrían afectar la producción de alimentos en la región, lo que podría aumentar la inseguridad alimentaria, especialmente en las áreas rurales, donde la agricultura es una fuente importante de alimentos.
Dijo que la combinación de desempleo y escasez de alimentos podría impulsar la migración de personas en busca de oportunidades y recursos en otras regiones, lo que a su vez afectaría las comunidades y la dinámica social.
Advirtió que las problemáticas sociales derivadas de la sequía podrían desencadenar protestas y agitación en la sociedad, por lo que las comunidades podrían verse obligadas a manifestarse en contra de las dificultades económicas y alimentarias.
Finalizó comentando que la disminución de la mano de obra en la agricultura también podría tener un impacto en la producción agrícola, lo que a su vez podría afectar el suministro de alimentos y la economía en general.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral