Luego de que durante finales del mes de agosto y principios del mes de septiembre del 2022, se registraran fuertes precipitaciones pluviales que cubrieron de agua diversas partes de Jiménez, la ausencia de las lluvias ha comenzado a visualizarse, al bajar los niveles dinámicos de muchas cuencas y arroyos, donde los almacenamientos naturales carecen ya del vital líquido.
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A finales del mes de agosto y principios del mes de septiembre del 2022, las lluvias inundaron casi toda la geografía en el desértico municipio de Jiménez, hechos que quedaron documentados en evidencia gráfica de lugares como El Rellano, Sierra de Chupaderos y Las Pampas, Sierra de los Remedios, Arroyo de los Burros y partes de la región sur de Jiménez, que, al día de hoy, comienzan a recuperar su panorama natural, el del típico y árido desierto jimenense.
El suelo agrietado que se localiza en algunos arroyos y cuencas endorreicas, sirve como el único vestigio del almacenamiento de agua que hubo tras las lluvias registradas anteriormente.
Conforme los días transcurren, los paisajes áridos entre los que destaca el suelo amarillento y blanco, comienzan a recobrar su color cenizo original, ante la ausencia del agua que poco a poco se evapora por la acción del sol.
Aunque en muchas partes de Jiménez ya se pueden localizar los paisajes típicos del desierto, estos son adornados aún por la flora que reverdeció tras las lluvias pasadas registradas gracias a la influencia del Monzón de Norteamérica.