Pese a no contar con una de sus extremidades, un joven sale cada fin de semana a hacer malabares para ganarse la vida.
Él sabe que su condición, es un impedimento más para conseguir empleo, de por sí escaso en estos tiempos de pandemia.
Este sábado, el joven malabarista se encuentra en calles del centro de la ciudad, donde ofrece un espectáculo a quienes conducen por dicha zona.
Con gran destreza, lleva a cabo su trabajo, que ha sido su fuente de ingresos en los últimos años.
Pese a que el joven no ha dejado de salir a ganarse la vida, señaló que en meses anteriores las ganancias fueron pocas, pues mucha gente permaneció en casa, o simplemente no cuentan con una moneda qué compartir.
Alegre, el joven malabarista espera que su jornada deje unas cuantas monedas, suficientes para comer el día de hoy.
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