La escuela Pascual Ortiz Rubio fue la primera a nivel nacional en abrir sus puertas para brindar educación a los niños en situación de movimiento que se encuentran en Ciudad Juárez.
Desde hace dos semanas 50 niños migrantes se incorporaron a la escuela de educación básica, integrándose a las actividades académicas.
“Sabemos que la educación es universal, la escuela abrió sus puertas, son niños con mucha integración, son solidarios, trabajan mucho en equipo y por supuesto que han sido bienvenidos por nuestros alumnos”, comentó la directora Dora Espinoza.
La institución educativa recibió a niños provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, así como también de Estados del sur de este país como es el caso de Michoacán, Zacatecas, Oaxaca, Veracruz.
La primaria aún no le ha tocado recibir niños de Haití o Brasil que hablen otro idioma, sin embargo, la directora dijo que había niños mexicanos que han emigrado a esta frontera y aún conservan su lengua materna, aunque ha sido un poco difícil la comunicación, los maestros se las han ingeniado para adaptar sus programas y puedan aprender.
“Nos ha ido excelente, los maestros están muy contentos y apasionados con el trabajo de los niños migrantes, los niños nos han enseñado mucho y era un reto porque tendríamos gente de muchos países, son buenos para trabajar en equipo”, indicó Dora Espinoza.
En un principio pensaron que la integración y vinculación con los niños iba a ser muy difícil, no obstante, les sorprendió la manera tan rápida de integración y esto ha generado clases muy armoniosas.
“Tenemos proyectos especiales para los niños migrantes porque sabemos que están en movimiento y que tal vez sólo duren uno o dos meses y nuestro trabajo es integrar, vincular y que los niños de Ciudad Juárez sepan que hay otros niños con diferente cultura”, mencionó.
Dora Espinoza, comentó que es importante que los niños de esta frontera conozcan otro tipo de cultura y eso enriquece a los niños de la Pascual Orozco Rubio.
Actualmente ya tienen la solicitud para aceptar 59 menores migrantes y aunque cuentan con toda la infraestructura para dar la atención, están faltos de tres maestros para tercer, quinto y sexto grado, al igual que un camión para transportar a los niños del albergue a la escuela y de regreso.