La muerte de ocho integrantes de dos familias en la México 68 enlutó por completo a los vecinos de esta colonia, quienes no daban crédito a lo que había ocurrido la madrugada del martes, en dos viviendas de las calles Salvador Allende y Emiliano Zapata.
Visiblemente consternados, contaron lo que vivieron esa trágica mañana, dónde a pesar de los esfuerzos del personal de Bomberos, autoridades y rescatistas, nada pudieron hacer para salvar vida de estas personas.
“Son mis hermanos, son familia, no nos dicen nada, solo nos dicen que fue un corto, es todo lo que nos dicen, requerimos mucha ayuda para la familia de mis hermanos, somos muy humildes, vivimos al día”, repetía una y otra vez el señor Salvador Salas Franco, hermano y cuñado de cuatro víctimas y tío de los cuatro menores.
Destrozado, imploró por ayuda para poder velar y enterrar los cuerpos de sus seres queridos, al no contar con los recursos suficientes para cubrir todos estos gastos y poder darles un último adiós.
“No logramos asimilar todo esto, toda la vida ellos han vivido aquí desde que se fundó la colonia, los vecinos no pudieron rescatarlos porque las llamas se extendieron muy rápido, porque son de madera los cuartos”, dijo llorando Salvador.
Por su parte, vecinos no dejaban de lamentar estos hechos, al ser dos familias que conocían por muchos años y con las que convivían diariamente, asegurando que ellos vivían en dos viviendas pegadas.
“A mí me hablaron para mover mi camión, fue cuando me di cuenta que ya estaba prendido, hicimos un hoyo por atrás para tratar de sacarlos pero ya no pudimos hacer nada, las llamas estaban ya muy altas y había mucho fuego”, dijo cabizbajo un vecino que vive justo frente al lugar del siniestro
De manera extraoficial se dijo que una de las familias estaba conformada por el señor José Luis Salas Franco, de 47 años de edad, su esposa Sonia de 35 y sus hijas Nancy e Ingrid, de 16 y 10 años respectivamente.
La otra familia por Juan Aarón Salas Franco, de 38 años de edad, su esposa Sandra de 36 y sus hijos Juan, de 8 años y Vanessa, de 12 años de edad.
Aunque se mencionó que la posible causa fue un corto circuito por un “diablito” conectado a la toma de energía eléctrica, por el momento Protección Civil, en coordinación con la Fiscalía de Distrito, continúa con el peritaje para determinar las causas exactas de esta terrible desgracia.
Además se dijo que los cuatro adultos y los cuatro menores se encontraban dormidos a la hora en que ocurrieron los hechos, muriendo tras inhalar el humo negro de las llamas que en minutos consumieron totalmente las dos casas.