"Los migrantes se enferman de lo mismo que se enferman los juarenses", explicó Rogelio Covarrubias, director médico de la zona Norte, sólo se ha detectado un caso de enfermedad extraña en una persona en situación de movilidad que fue leishmaniasis.
"Está enfermedad se presentó ya algún tiempo atrás, no es común verla, para brindar la atención se tuvo que pedir por parte de Gobierno del Estado un medicamento a nivel nacional y se proporcionó de inmediato", explicó el director médico.
La leishmaniasis, puede ser visceral o cutánea, cuando es interior se caracteriza por síntomas de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia y anemia y la persona si no es atendida a tiempo puede morir.
En el caso de ser cutánea, es la más frecuente, provoca lesiones en la piel, sobre todo ulcerosas, en las zonas expuestas del cuerpo, que pueden dejar cicatrices de por vida y causar discapacidad grave o la estigmatización de la persona.
La enfermedad se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados, que necesitan ingerir sangre para producir huevos.
Hay unas 70 especies animales, entre ellas el ser humano, que pueden ser fuente de transmisión del parásito.
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El médico aclaró que sí hubo enfermedades propias por el trayecto que hicieron los migrantes para llegar hasta Ciudad Juárez.
Quienes atraviesan la selva se encuentran en una gran humedad, por lo que se ponen antes del calcetín algo de hule y luego una botas que les proporciona la gente que sabe que va a pasar por ahí.
"Ellos nos comentan que de tanto que caminan las uñas de los pies solas se caen, lo que provoca micosis y problemas planteles de llagas", contó Covarrubias.
Indicó que también han llegado con problemas gastrointestinales. "Yo he platicado con algunos de ellos y es impresionante lo que comentan de su travesía", expresó el médico.
Algunos migrantes no tienen completo su un cuadro de vacunas por tal motivo hay gran cuidado y prevención especial dentro de los albergues para evitar contagios masivos.
