Aproximadamente 128 personas llegaron al albergue provisional instalado a pocos metros de la Unidad Administrativa Benito Juárez (Presidencia Municipal), para solicitar alejamiento tras permanecer varados varios días, en la estación Mápula al sur de Chihuahua, mencionó uno de ellos que solo se identificó con el nombre de José Antonio.
Las personas en situación de movilidad fueron obligadas a descender de los vagones por parte del personal del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración en ese lugar, para evitar que estos sufrieran algún accidente en su trayecto a bordo del tren, dijeron algunos de ellos al mismo tiempo.
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Los adultos y menores de edad llegaron al campamento enfermos y deshidratados, así como mal alimentados, ya que se le puede escuchar toser en repetidas ocasiones, físicamente algunos tienen los labios “reventados” por la falta de líquidos y la exposición a las altas temperaturas.
Los niños, que también son parte de la travesía, han llegado con enfermedades de las vías respiratorias, estos ya fueron revisados por personal en el módulo de Médicos de México, quienes han diagnosticado que sufren de resfriado común y ya les brindaron los medicamentos, detalló José Antonio.
Al interior del campamento, los extranjeros reciben sus tres comidas al día, se pueden asear, descansar y sobre todo lo que ellos resaltan, el poder salir para realizar diversas actividades, como el ir a pedir trabajo.
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Algunos de los migrantes ya cuentan con su cita ante el CBP One, está la tramitaron desde que salieron de sus países de origen, por lo que tratan de acelerar su llegada a esta frontera, pero no todos lo consiguen, ya que son varias las paradas que hacen para llegar a Juárez.
Este grupo de personas en situación de movilidad estuvieron alrededor de cinco días expuestos a la inseguridad, insalubridad y al clima del área desértica de la estación Mápula.
La mayoría son núcleos familiares y mujeres con sus hijos, quienes ya reflejaban el cansancio extremo tras varios días recorriendo la República Mexicana.
Agradecieron el poder llegar a esta ciudad, una vez que el tren se puso nuevamente en movimiento y por la ayuda de algunas personas que decidieron darles “aventón” o darles indicaciones de la ubicación del albergue temporal.