Doce mil dólares es la cantidad que gastaron Ana Isabel y su esposo para poder llegar desde El Salvador hasta Ciudad Juárez, para entregarse a las autoridades norteamericanas.
Aunque la cantidad es elevada, en su travesía les ha tocado caminar muchísimo y el dinero lo usaron para pagar extorsiones de autoridades y crimen organizado.
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“Hemos caminado duramente, hasta 40 kilómetros diariamente, tenemos los pies ampollados, aguantamos calorones y luego mucho frío, durmiendo donde le toque a uno, porque así es ser migrante”, platicó la mujer sobre su travesía.
Desde que entró a la frontera con Guatemala, comenzó a ser extorsionada hasta por policías.
Los 12 mil dólares lo pudieron conseguir hipotecando sus tierras en el banco de su país, por lo que regresar ya no es una opción.
“El banco no perdona, ahí uno si no paga pierde todo, así como nosotros está mucha gente hipotecando casas, tierras, motos y quedamos sin nada y todavía falta ver qué nos dicen en Estados Unidos”, dijo la salvadoreña.
Lo que destacó Isabel es que en su travesía nunca les faltó comida y menos en México, pues siempre hubo gente que les compartió la comida.
“En mi país no se gana nada y entró a trabajar a las 6:00 de la mañana y salgo a las 8:00 de la noche y ganó 200 dólares al mes”, dijo Isabel sobre por qué salió de su país.
Describió que ella y su esposo vivían en casa de madera que ya se estaba cayendo, tenía partes que ya se estaban pudriendo y a penas completan para comprar agua para tomar, “Nos cuesta 1.50 de dólar la barricada de agua y son a hasta cuatro bardos los que se consumen de agua para tomar”.
“Cómo hago para estar levantando mi casita cada vez que se me cae, la tenemos levantada con ladrillos, así que decidimos venirnos a Estados Unidos”, contó la Salvadoreña.
Finalmente, indicó que el tren durante el transcurso los dejó varias ocasiones y tuvieron que caminar, salieron de El Salvador el 12 de noviembre.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Juárez
