Salir a vender mazapanes en la zona Centro de la ciudad, para lograr comprar algo de alimento, es lo que realiza cada mañana Ana Louis, sin embargo, difícilmente logra vender algo debido a la discriminación que ella y su hijo reciben.
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Louis, salió de Haití para llegar a esta ciudad el pasado 16 de diciembre junto con su hijo de cuatro años, su esposo y unos primos, y desde ese día, no han encontrado tranquilidad.
Su sueño sigue siendo poder cruzar a los Estados Unidos, puesto que el tiempo que han estado aquí, lo consideran una pesadilla. “Es muy feo, a nosotros a diario nos dicen cosas, no nos quieren por nuestro color de piel, a mí y a mi niño nos miran muy feo cuando ofrecemos mazapanes o dulces, nadie nos quiere comprar”, expresó con aquejo.
“Ya no queremos estar aquí, es muy duro la discriminación que los mexicanos nos hacen a nosotros. Batallamos mucho para conseguir algo de comida, casa o trabajo, no podemos hacer nada”, expresó la mujer.
Asimismo, mencionó que también se les ha negado la atención médica por su nacionalidad, pues su hijo lleva días enfermo de la garganta y no ha logrado quien se lo pueda atender, por lo que tampoco ha podido darle medicamentos.