Por segundo día consecutivo, varios migrantes venezolanos se manifestaron frente a la Patrulla Fronteriza que se encuentra del lado estadounidense, esta vez pidieron ayuda a través de mantas y una cruz de cartón.
La desesperación de encontrarse en situación de calle, el hambre y el frío fueron detonantes para que, nuevamente, cientos de migrantes se organizaran para manifestarse, esta vez, lo hicieron a través de mantas y cartulinas, pidiendo ayuda.
El grupo de migrantes realizó primeramente una cruz, la cual elaboraron con el cartón que utilizan como colchón.
Luego tres mujeres vistieron con camisetas blancas en las que grabaron las siglas S.O.S., en un pedazo de manta, también escribieron “Ayuda Humanitaria”.
Mientras que, a un costado, en una tela más grande escribieron nuevamente “S.O.S. Help”, para tratar de que nuevamente Estados Unidos abra sus puertas y no los deje en la calle.
Uno de los migrantes caminaba a lo largo de la vía, después de la manifestación de manera cabizbaja, mientras hacía su recorrido platicó que quiere volver a Venezuela, que podría contar con el recurso, sin embargo, no sabe si podrá abordar un avión hasta su país natal, porque no cuenta con ninguna identificación, ni documentación de ningún tipo.
“No sé si puedo entrar a Venezuela, no tenemos información de ningún tipo, no sé si con el permiso que dan en migración de México puedo, yo les dije que quería hacer mi deportación voluntaria, que si había un vuelo y me dijeron que ellos no son agencia de viajes, nadie nos dice la verdad”, platicó el migrante.
De hecho, contó que las autoridades federales cuando encuentran a sus compañeros les han roto el permiso, el cual se expide en migración de México para 7,10 o 15 días.
“En la oficina de enfrente (Coespo), nos dicen una cosa hoy y otra mañana, nos dicen que van a buscar soluciones y nada, no dicen nada concreto como: el que se quiera regresar a su país tiene que hacer esto… adónde dirigirse, no nos dicen nada”, contó de su experiencia solicitando ayuda a instituciones mexicanas.
Agregó que él vino a trabajar, no es un delincuente para estar robando, si ya no se pudo completar su sueño, entonces que les digan que no, para buscar la manera de volver a su país.
“Solo busco una respuesta sincera, lo que tenga que hacer y ya, para que el que se quiera regresar se vaya y el que se quiera quedar aquí, que pueda trabajar”, expresó, tras llevar cuatro días durmiendo en la calle.