Extorsión, corrupción y venta de drogas es lo que encuentran migrantes en la estación provisional migratoria, donde los resguardan cuando los detiene el Instituto Nacional de Migración (INM), contó Robinson, migrante venezolano, quien perdió a dos amigos en el incendio del pasado lunes.
El migrante se encontraba con sentimientos de tristeza y rabia, sentado a un costado del altar que se colocó afuera del INM, al cuestionarlo, si creía que sus connacionales iniciaron el fuego, contestó que sí.
¿Y cómo fue posible que tuvieran con qué provocar el incendio, si todos los migrantes argumentan que les quitan todo antes de entrar, como si fueran delincuentes?
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“Los mismos de migración nos venden y nos alquilan nuestras pertenencias, mientras uno traiga plata, puede conseguir todo ahí adentro, cuando yo estuve ahí, uno de ellos me decía mira traigo motita aquí, te la vendo para que no te aburras o cigarrillos normales”, contó el venezolano.
Al insistirle, si al entrar te quitan todo ¿cómo pagas un cigarro de mota y te den tu celular?
“Eso es muy fácil mientras tienes plata, cuando entras te quitan todo y lo guardan en una bolsita, ellos te acercan tus pertenencias para que saques la plata y les compres lo que quieras o te renten tu móvil”, narró el migrante.
Incluso, para corroborar su testimonio, que, al estar dentro de la estación provisional migratoria, Robinson, proporcionó un video que él tomó desde dentro del lugar.
"Ahí los guardias te acercan todo, hasta el cigarrito de mota, a mí me pasaron la bolsita donde guardan todo para darles plata y venderme, la mota la traen en los zapatos y nos dicen tenga para que no se aburran", platicó el venezolano.
Finalmente, emitió un mensaje a sus compatriotas: “Yo le digo a todas las familias de Venezuela que no se vengan, que se queden donde están en cualquier otro país, en esta frontera se corre mucho peligro, llegar aquí es una locura, los que vienen que no se den por vencidos”.
“Desde que llegamos a México, esos agentes de migración nos piden plata para dejarnos pasar y si no traemos es rodear donde estén o nos toca pedir dinero, vender dulces para poder llegar a la frontera”, contó Robinson, venezolano que perdió a sus dos de sus amigos y uno está muy grave en el hospital.
Publicada originalmente en El Heraldo de Juárez