Para el delegado de los programas de Bienestar Juan Carlos Loera, el problema de Ciudad Juárez no es la presencia de migrantes, pero se puede hacer un desastre, con problemas irreparables “si se enciende la mecha de la xenofobia y del racismo”.
Loera criticó la declaración del presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar; “Nuestro nivel de paciencia se está agotando”.
“Me parece que esa expresión de entrada puede caldear los ánimos, que ocurrió el domingo (cuando más de mil migrantes intentaron cruzar a Estados Unidos), por ahí hubo algún engaño, como tantos que han sufrido las personas migrantes, yo he sido muy cuidadoso con las expresiones acerca de las personas migrantes, porque sinceramente tenemos que conocer han sufrido de todo”, expresó el funcionario.
“Sufrieron violaciones, asaltos, golpes, de todo y entonces, llegan aquí y evidentemente todavía los engañan, van y tratan de cruzar a Estados Unidos, obviamente genera molestias a toda la comunidad juarense, a todos de la comunidad binacional, que van y vienen, se han visto más personas que están en los cruceros”, dijo.
Consideró que se tiene que ser muy cuidadosos con las posturas, ya que se pueden encender ánimos de xenofobia, que pueden tener repercusiones irreparables.
“Más bien ver la manera cómo resolver la situación, que si es molesto, puede causar una incomodidad, incluso hasta temor sobre todo en las mujeres, porque me lo han dicho, pero tampoco es echarle toda la culpa a ellos, tenemos tener claro que las personas vienen sufriendo mucho y que si se les cierran todos los canales de obtener dinero, hasta cierto punto legales, hemos planteado para que tengan trabajo, la documentación”, indicó.
Loera mencionó que no se puede decir que la presencia de las personas migrantes, sobre todo de Venezuela, en los índices delictivos tengan alguna incidencia.
“Hay que ver como resolverles la situación, ya sea de regreso a sus países o un establecimiento definitivo en nuestra ciudad, legal que estén trabajando, que tengan derecho a la vivienda, a la educación, tener una perspectiva humanitaria y a los gobernantes lo que nos toca”, destacó.
“Eso de la paciencia no cabe en un gobernante, no se les olvide que estamos hablando de seres humanos, que han sufrido mucho y muchos traen niños y niñas”, señaló.
Nota publicada en: El Heraldo de Juárez