Interminable es la llegada de migrantes al punto 40 y 42 donde hoy autoridades estadounidenses ya comenzaron a recibirlos.
"Hoy empezaron a recibirnos por esta puerta (40), le dan prioridad a familias los meten en grupos de 20, luego mujeres que venimos solas y hombres, nos pasan en grupos de 10", contó Naylen de Venezuela quien está acompañada de dos primas.
La sudamericana dijo que según la cuenta que ellos llevan es que hay 400 hombres y mujeres que viajan solos o en grupos de amigos.
Más otros 100 grupos de familias de varios integrantes, lo que las venezolanas consideran hay casi mil personas sólo en la puerta 40, donde en una semana no se había dado movimiento de las autoridades de Estados Unidos.
En el área que comprende el cruce de esa puerta, se observa que ya se han colocado piedras grandes y tablas entre los matorrales para que los migrantes crucen sin necesidad de mojar sus pies en la escasa agua del río Bravo.
Daniel es un colombiano que lleva más de tres días en espera de entrar, aunque hoy vio que ya los están recibido, sigue con la incertidumbre de qué pasará Estado dentro del Centro de Procesamiento de El Paso, Texas a donde son llevados.
"No han dicho nada sobre si nos vamos a quedar o no, yo creo es de suerte, yo vengo con mi esposa y mi hijo de seis años de edad", gritaba Daniel desde el lado americano.
Respecto a la comida y agua, comentó que ya han abierto el alambre de púas para entrar y salir a comprar en una tienda de conveniencia que está frente al punto 40.
En la entrada de la puerta 42 del muro fronterizo está congregado otro grupo de más de mil personas migrantes a quienes también se recibe de la misma manera.
Ellos se encuentran haciendo una enorme fila, igualmente acomodados mujeres y hombres que viajan sin familia.
Mientras que los núcleos familiares están a un costado, siempre dándoles prioridad.
"Yo llegué y estaba ya la línea, dicen otros compañeros que fue la Patrulla Fronteriza, la que les dijo que se pusieran en fila hombres, mujeres y familias", comentó Carlos venezolano.
Indicó, que él cree que en la puerta 42, es más rápida la entrada a la vecina ciudad en comparación con la 40, ya que ellos no tienen acceso de salida para conseguir agua y comida.
"Aquí se acercan a vender pero ya tenemos días y ya no hay plata", compartió el venezolano.
Publicado en: El Heraldo de Juárez