En una operación coordinada por la Guardia Nacional (GN), el Ejército Mexicano y el Instituto Nacional de Migración (INM), fueron rescatadas 122 personas migrantes que viajaban en condiciones de hacinamiento en dos tractocamiones interceptados en el estado de Chihuahua.
Esta acción forma parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, diseñada para combatir la migración irregular y evitar situaciones de tráfico humano en México.
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Los migrantes, provenientes principalmente de países centroamericanos como Guatemala, Honduras y El Salvador, fueron encontrados en condiciones deplorables y de alto riesgo para su integridad física. La operación se realizó en el punto de inspección militar denominado "Picachos", ubicado en el municipio de Janos, Chihuahua.
Las autoridades lograron detener a los conductores de los vehículos involucrados y evitar así la continuación de este peligroso trayecto hacia la frontera con Estados Unidos.
La acción se llevó a cabo durante una inspección de rutina en el punto de revisión militar. Los elementos de la Guardia Nacional, en conjunto con personal del Ejército y el INM, ordenaron a los conductores de dos tractocamiones detenerse para una inspección con equipo de rayos gamma.
El primer conductor, quien declaró viajar desde Puebla con destino a Agua Prieta, Sonora, fue el primero en ser interceptado. Al revisar el área de carga del vehículo, las autoridades detectaron la presencia de 111 migrantes, quienes viajaban en condiciones de hacinamiento, sin ventilación y con una evidente falta de espacio.
Los migrantes rescatados en este primer vehículo provenían de diferentes países de Centroamérica: 98 personas de Guatemala, 10 de Honduras y tres de El Salvador. Ninguno de ellos pudo acreditar su estancia legal en México, lo que agravaba aún más su situación de vulnerabilidad.
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En el segundo tractocamión, cuyo conductor señaló que viajaba desde Monterrey, Nuevo León, con destino a Mexicali, Baja California, fueron localizadas otras 11 personas migrantes. De estas, nueve eran de Guatemala y dos de Honduras, también transportadas en condiciones precarias y peligrosas para su salud y bienestar.
Tras el rescate, los migrantes fueron trasladados al Instituto Nacional de Migración en Chihuahua, donde recibieron asistencia humanitaria, mientras las autoridades trabajaban en definir su situación migratoria. El objetivo principal de la operación, según detallaron en un comunicado, es garantizar una migración segura, ordenada y bajo pleno respeto a los derechos humanos.
Por su parte, los conductores de los tractocamiones fueron arrestados y se les leyeron sus derechos conforme a la Cartilla de Derechos que Asisten a las Personas en Detención. Fueron inscritos en el Registro Nacional de Detenciones y se encuentran a disposición de la Agencia del Ministerio Público Federal, que dará continuidad a las investigaciones para deslindar responsabilidades y determinar si hay vínculos con redes de tráfico de personas.
La Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y el Instituto Nacional de Migración reiteraron su compromiso con una migración segura, ordenada y legal, en línea con las normativas nacionales e internacionales. En su comunicado de prensa, destacaron la importancia de evitar que los migrantes caigan en manos de traficantes de personas, quienes frecuentemente ponen en peligro sus vidas con el fin de lucrar de su vulnerabilidad
