Con la llegada de las bajas temperaturas, la situación en el bordo del río, donde se han instalado cientos de venezolanos, ha comenzado a ponerse tensa y la falta de dinero los ha hecho buscar de todas las maneras como ganarse la vida, incluso vendiendo entre ellos mismos las tiendas de acampar que les donan diariamente los costos van de 500 a 700 pesos.
Aunque siempre se ha visto a los migrantes muy organizados, solidarios y unidos, ya se puede oír los roces entre ellos, por desacuerdos a la hora de hacer fila para recibir ayudas como comida, aguas y ahora los más peleado, chamarras y casas.
En estos últimos días se ha visto el incremento de carpas que están instaladas a lo largo del bordo, en la parte alta, sobre la tierra en parte media y en la orilla donde corre el río, asimismo sobre las canchas de basquetbol, las cuales, ya está totalmente llena.
Todos los días, sigue llegando gente venezolana, la cual, menciona que ha durado hasta un mes detenida en Tapachula, Chiapas y San Pedro Tapanatepec, en Oaxaca, a la espera de recibir su permiso migratorio para poder trasladarse hasta esta frontera.
Lo que ha provocado que, cada día lleguen familias sin dinero, sin ropa y sin un lugar para pasar la noche y se unen de inmediato al campamento venezolano que está a orillas del río Bravo.
Aunque pareciera que todos los venezolanos del campamento tienen al menos una tienda de campaña para resguardarse del frío, son varios los rumores que esto no es así, aunque son varias las iglesias que todas las tardes se acercan a donar carpas, pero no es suficiente.
“Ya muchos están haciendo negocio con las carpas que traen de las iglesias, como ya saben cómo está todo, pues ellos las acaparan, aunque ya tengan, luego ven que va llegando gente y se las revenden entre nosotros mismos, pero unos ya no traemos nada de dinero”, platicó una venezolana que llegó al campamento el lunes.
También, en días pasados, un par de venezolanos, estaban discutiendo por el mismo problema, uno le reclamaba a otro que, por qué estaba vendiendo las carpas en el campamento, si eran donadas para las personas que tuvieran necesidad de resguardarse.
Esto lo están haciendo, porque esa es la única fuente que han encontrado para obtener dinero, pues, entre ellos mismos ya están haciendo negocio.
Son varios los migrantes que han comentado estar sin carpa, al igual otros que señalan que los mismos venezolanos se las están vendiendo y si no traen dinero, pues a buscar quien les haga espacio en su carpa o dormir a la intemperie.
Publicada originalmente en El Heraldo de Juárez