Han pasado 13 años y Rosy sigue esperando abrir la puerta y ver nuevamente a su hija, abrazarla y decirle: “Te esperamos, te amamos”, para después recuperar el tiempo que no la tuvo a su lado.
Rosa María Hernández es madre de Diana Rocío Ramírez Hernández, quien desapareció el 1 de abril del 2011.
Diana, tenía 18 años de edad cuando, al igual que muchas mujeres, desapareció del Centro de Ciudad Juárez cuando se iba a reunir con una amiga que desafortunadamente Rosy no conocía.
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Al mediodía, Rosy sabía que su hija estaba en el Centro, pero a las 14:30 horas fue la última llamada y de ahí a la fecha, no ha vuelto a escuchar la voz de su hija que continúa con paradero desconocido.
“Hasta la fecha sigo en la búsqueda, recuerdo que era un viernes y no me aceptaron la denuncia de desaparición, esperé hasta el lunes porque tenía que pasar entre 48 y 72 horas, mientras toda la familia la buscamos en el centro con su foto en mano”, contó Rosy.
Diana tenía 18 años de edad, el 22 de septiembre de este año llegaría a 32 años, cuando desapareció estaba estudiando el primer semestre de una carrera en el Tecnológico de Ciudad Juárez.
“Desafortunadament en el primer año de desaparición tuve aproximadamente ocho ministerios públicos diferentes y cada uno era volver a empezar en lugar de esclarecer una localización; era muy desesperante y hasta la fecha no hay avances y líneas de investigación muy vagas”, platicó Rosy indignada por el trato de autoridades.
La desaparición de Diana provocó un giro muy triste en todo el entorno familiar, incluso su abuela falleció por el terrible dolor de no tener a su nieta.
“Es muy difícil vivir así, cuando se hacen eventos como una misa, nos regresa la fortaleza, nos da un alivio y un apoyo que recibimos de parte de las personas que nos acompañan, en mi caso lo que me sostiene es la fe tanto de un sacerdote como de los comités y de las personas en general”, mencionó la madre de familia.
Su sustento a lo largo de la osadía de no encontrar a su hija han sido asociaciones y la iglesia por el gran acompañamiento que ha tenido.
Rosy dejó un mensaje a su hija: “Te seguimos esperando, te amamos, deseamos verte y abrazarte, pero lo que más queremos es saber que estás bien al igual que todo los desaparecidos que perdimos todas las familias juarenses”.
Nota: El Heraldo de Juárez